Oslo: un concurso internacional para unir cultura, vivienda y un gran paseo
A CORUÑA
La Ópera simboliza la reconversión del puerto en zonas urbanizadas, un reto por el que la fachada marítima de A Coruña lleva esperando 20 años
01 may 2024 . Actualizado a las 04:47 h.El reto de transformar la fachada marítima por el que los coruñeses llevan 20 años esperando supone una oportunidad para que la ciudad dé un salto, como ya hicieron otras urbes españolas y europeas. Una de las que cambiaron su imagen en los últimos años fue Oslo. La capital noruega planteó a comienzos de este siglo una transformación de las zonas portuarias más próximas al centro de la ciudad y para destacar sus nuevas y modernas señas de identidad impulsó la Ópera, un icónico edificio que está inspirado en un témpano saliendo del mar.
Fue inaugurado en el 2008 y es parte del resultado de un concurso internacional para el desarrollo de la zona, que se integró bajo el proyecto Fjord City (Ciudad Fiordo). De esta manera, la mitad del antiguo puerto se integró en la ciudad para generar diversos espacios.
El uso cultural junto a la lámina de agua se amplió hace tres años con la apertura del nuevo museo de Munch y el nuevo edificio de la Biblioteca Deichman se estrenó en el 2020. Ambos, además de la Ópera, se encuentran en el barrio de Bjorvika, convertido en el nuevo epicentro cultural de Oslo.
Su extensión también permitió la construcción de un conjunto de edificios residenciales singulares conocidos como Barcode, por recordar a un código de barras. Los elementos culturales están instalados en el paseo de 9 kilómetros de longitud que se creó dentro de este proceso de transformación, en el que la sostenibilidad y el cuidado por los criterios medioambientales fueron dos de sus señas de identidad. Además, como en el caso de A Coruña, los cruceros continúan atracando en un muelle muy céntrico.
Combinación mar-tierra
El proyecto de la capital noruega busca destacar la importancia de la lámina de agua y salpicó el borde litoral de esculturas, además de aprovechar la combinación mar-tierra para generar nuevos espacios y oportunidades para el ocio de sus habitantes y turistas. Así, se crearon playas y piscinas flotantes que son un punto de encuentro durante los meses estivales y lugares de ruptura. Una de las zonas de baño se encuentra junto a la Ópera.
La integración de las zonas portuarias interiores y de otras abandonadas en Oslo también sirvió para el desarrollo o crecimiento de nuevos barrios, como son los casos de Aker y Sorenga. A diferencia de Bjorvika, el desarrollo de estos dos barrios estuvo más enfocado a la construcción de edificios de viviendas —se crearon más de 2.200— y otros inmuebles destinados a oficinas. Muchas de ellas llegan prácticamente hasta el mar.
Además, también se aprovechó la oportunidad para abrir parques u otras iniciativas de carácter medioambiental, como huertos urbanos.
El BNG pide al gobierno local que se active para avanzar en el borde litoral
El grupo municipal del BNG llevará al pleno de este jueves una moción sobre la fachada marítima de la ciudad, cuya comisión municipal preside el portavoz de la formación, Francisco Jorquera.
Por ahora no hay fechas para próximas reuniones de este órgano y la concejala Avia Veira indicó que «na primeira xuntanza quedaron recollidos os obxectivos e os compromisos», en referencia al encuentro que se desarrolló a principios de este mes.
La representante de la formación recordó que el concejal de Economía y Planificación Urbana, José Manuel Lage, indicó tras las pasadas elecciones (mayo) que «nun prazo dun ano se plantexaría un novo escenario». Durante la reunión de la comisión el pasado día 6 —la primera vez que el órgano se juntaba desde el inicio del mandato—, señaló que en un par de meses cuentan con tener un avance de un principio de acuerdo, un horizonte temporal que coincidiría con el señalado el año pasado.
«O goberno municipal tense que activar, está absolutamente durmido», apuntó Avia Veira este martes. El proyecto sobre la fachada marítima debe definir cómo se van a integrar los muelles interiores en la ciudad, cuestión que se debe plasmar a través de unos nuevos convenios que sustituyan a los del 2004 y contar con el beneplácito de las Administraciones implicadas.