Inés Rey rechaza que la reforma de San Carlos, en A Coruña, acabase con los olmos

David García A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Marcos Míguez

La alcaldesa explicó que la grafiosis se inició en las copas de los árboles y no en las raíces

18 oct 2024 . Actualizado a las 18:14 h.

La alcaldesa, Inés Rey, explicó este viernes en el programa Cita en María Pita, de Radio Voz, la causa que obligará a talar a partir del próximo lunes de otros 13 olmos del jardín de San Carlos, que se unirán a otros tres que ya fueron eliminados en el 2022, mientras que seis siguen en pie. En ambos casos el motivo es la grafiosis, que en las últimas décadas acabó con las olmedas de toda Europa y ante la que había resistido el conjunto de San Carlos. «Aquí, desde hace 30 años, se va transmitiendo la grafiosis y hay dos tipos. La radicular es por un insecto que se llama Scolytus scolytus y que va haciendo galerías dentro del olmo transmitiendo la enfermedad. En el tratamiento preventivo se pusieron barreras para separar las raíces para que no se transmitiera, pero no tuvo efecto porque la infección vino el insecto, no por las raíces. Cuando va por la raíz, el olmo se seca desde abajo en muy poco tiempo. Cuando es por el insecto, empieza por la parte de las ramas y va más despacio, eso es lo que pasó aquí». 

La regidora rechazó que la actuación de reforma de San Carlos que se ejecutó en el 2022 colaborase en la transmisión de esta enfermedad. En el 2021, un informe del Icomos, organismo dependiente de la Unesco, y algunos ingenieros advirtieron de las posibles consecuencias de esta actuación para los olmos. «La ejecución del proyecto tal cual se presenta podría suponer la desaparición de la arboleda singular a medio plazo», advertía el documento por una posible afección sobre las raíces de los árboles. La regidora desechó esta posibilidad al señalar que el problema se inició en la parte alta de los ejemplares e indicó que este informe, «que nadie pidió y no era preceptivo, lo hace un organismo que no se dedica a estos asuntos y no voy a opinar. Ni para nosotros para ni la Xunta tiene ningún valor científico. Todas las actuaciones que se han hecho fueron con autorización, por eso fue tan lento».

Último reducto

«La grafiosis en A Coruña entró hace poco, en comparación con el resto de Europa, al estar situados en una esquina del continente. Las primeras citas de muertes por grafiosis en la ciudad son de finales los 80 y principios de los 90», explican fuentes municipales, que cifran en «más de 30 los olmos muertos» entre Santa Margarita y Méndez Núñez. «Los árboles ya se estaban tratando con insecticidas específicos, pero no es posible garantizar al 100 % su efectividad», añaden.

Inés Rey respondió a las críticas formuladas por el PP este jueves que recordó las advertencias realizadas por el Icomos. «Me parece lamentable que el Partido Popular tenga la bajeza de acusar al gobierno municipal de la grafiosis. Es ignorancia o mala fe, es como si acusan al gobierno municipal de transmitir la gripe o la malaria», comentó la alcaldesa, que insistió en que «todas las actuaciones, por imperativo legal, tienen autorización y consentimiento de la Xunta, de la Dirección Xeral de Patrimonio, porque sino, no podemos actuar en el jardín». «¿Está acusando a la Xunta de matar a los olmos? ¿El gobierno municipal va a hacer una actuación deliberada para infectar a los olmos?», cuestionó la regidora, que acusó a los populares de «tergiversar la realidad» y recordó que la grafiosis «tiene un tratamiento casi imposible». En esta línea, apuntó que el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) está tratando el último olmo bicentenario, ubicado en el jardín botánico de Madrid, «y ni siquiera con los mejores consiguen salvarlo. La culpa no será del alcalde de Madrid», apuntó.

Por su parte, la concejala Mercedes Queixas, del BNG, recordó ayer que «o Icomos avisou». «A alcaldesa descualificouno. Aconteceu o que se prevía no informe. É preciso unha explicación da alcaldesa para esta desfeita ambiental evitábel e un pouco de humildade», consideró.

La regidora hizo un repaso por diferentes actuaciones que se están llevando a cabo en la ciudad, 55 en total, de las que 17 cuentan con fondos Next Generation. Una de ellas, el reordenamiento de la avenida de Casanova de Eirís, es la primera en finalizar, indicó.

Además de atender algunas peticiones de ciudadanos, también explicó los cambios implantados en el tramo peatonal de Linares Rivas en la parte cercana a Ramón de la Sagra, en el que se colocaron hileras de bancos a ambos lados de la zona habilitada para el paso de vehículos. «Hubo llamadas de vecinos porque el pavimento estaba absolutamente deteriorado y las losetas rotas, y había vecinas que se caían. Si siguen pasando vehículos por la zona peatonal el pavimento no aguanta y se vuelven a romper y nos vuelven a llamar para que lo arreglemos. Una vez que lo arreglamos, teníamos que poner elementos disuasorios y había opciones como bolardos, que no parecían muy estéticos, y se pusieron bancos para evitar que el pavimento se rompa», detalló la alcaldesa, que mostró su disposición a estudiar la posibilidad de ampliar la zona de carga y descarga «en la calzada».

Los expertos reclaman atención a los conjuntos vegetales de mayor valor de la ciudad

La olmeda del jardín de San Carlos era uno de los conjuntos vegetales de mayor valor de la ciudad y el ataque de la grafiosis supone un golpe para la naturaleza urbana coruñesa.

En los últimos años, las plagas están suponiendo un importante obstáculo para algunos de los ejemplares más significativos de la ciudad. El caso más claro es el del ataque del picudo rojo a las palmeras. Este insecto está detrás de la muerte y posterior tala de decenas de palmeras por toda la ciudad. Las tareas de prevención son exhaustivas desde hace años y un cuidado especial se tiene con el palmeral de los jardines de Méndez Núñez, una de las postales de la ciudad, como la del jardín de San Carlos.

«De lo poco que queda de conjuntos en la ciudad, destacan los jardines de Méndez Núñez. Hay que pensar en su mantenimiento, en cómo reemplazar ejemplares y trabajar mirando al futuro. En su momento se intentó que se declarasen BIC y no fructificó y el tema de las palmeras es otro peligro enorme, hay que tener un plan para reemplazar o sustituir los árboles enfermos», explica Cristina García Fontán.

La profesora de la Arquitectura e Paisaxe en la UDC relata que algunos grupos vegetales de alto valor ya se perdieron, como es el caso de los jardines de Oza, ocupados actualmente por el hospital de esta zona. Así, reclama que espacios con un alto valor natural, como Méndez Núñez, «no se piensen como lugares estáticos, sino en su regeneración». Así, recuerda los daños sufridos recientemente por árboles de la Alameda de Santiago por la borrasca Kirk.

Otro de los espacios para los que considera que es necesaria una atención especial es la plaza de Azcárraga, cubierta por grandes plátanos. «Ya se perdió toda la jardinería fina de la plaza, que era como una zona salón». García Fontán, que también destaca el metrosidero del cuartel de la Policía Local, pide «poner en valor los conjuntos, hay que entender cómo funcionan los jardines».