Los vecinos de esta joya paisajística y de tradición marinera denuncian el estado de abandono que padecen por la maleza y los accesos peligrosos
26 oct 2024 . Actualizado a las 05:00 h.La ciudad tiene una mina y hasta ahora ni miraba para ella. Dicen sus vecinos que si As Xubias estuviera en Suecia, se pagarían millones por vivir ahí. Pero «aquí casi nunca se hizo nada o muy poco para rehabilitarlo y cuidarlo», aseguran los residentes, que llevan toda la vida con unas vistas de postal desde su ventana.
Pese a todo, prefieren que no lo toquen a tocarlo mal. Están muy pendientes del proyecto de regeneración. Confían en David Chipperfield. Pero saben que sus ideas para el barrio no las verán sus ojos en varios años, por lo que exigen al Ayuntamiento que, mientras su propuesta no llega, se arregle todo lo que está mal. Y son muchas cosas.
Este pequeño Combarro coruñés, que si no fuera por cómo está tendría que cobrar para entrar de lo bonito que es, tiene muchas carencias. Roberto Rodríguez López es el vicepresidente de la asociación Eumedre y este viernes recorrió el barrio con La Voz. Enseñó cómo está el viejo local social. Lleva 20 años abandonado y hoy en día es imposible entrar porque el agua llega hasta las rodillas. Lo pudo ver la alcaldesa, Inés Rey, en la visita que hizo el pasado miércoles para escuchar a los vecinos. Y parece que los escuchó porque este viernes por la mañana había operarios por todo el barrio. Unos colocaron una papelera, otros cortaron maleza y dos de ellos se ocuparon de instalar un bolardo que llevaba años roto. «Esperemos que el Ayuntamiento continúe así. No pedimos imposibles, sino cuestiones básicas, como la limpieza de maleza, que en invierno inunda la zona», dice Roberto Rodríguez.
A las únicas escaleras de acceso a la parada de bus de A Pasaxe habría que ponerle un cartel bien grande prohibiendo el paso a las personas mayores porque se pueden matar. Lo mismo ocurre con las que conducen a la cala.
La rehabilitación integral será liderada por el estudio del prestigioso arquitecto británico David Chipperfield y contará con la ayuda de cinco oficinas de arquitectura locales. «Es una oportunidad fantástica desde el punto de vista urbanístico, de combinar en este proyecto a los inversores, la ciudad, los arquitectos, los consultores...», remarcó Chipperfield el día en que visitó el barrio. «Desde el punto de vista profesional queremos desarrollar esto de la forma más responsable posible, combinando urbanismo, arquitectura, medio ambiente y sostenibilidad», destacó el británico.