La policía detiene también a la mujer del gerente de la agencia de viajes de A Coruña

alberto mahía A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

ANGEL MANSO

Los agentes animan a los afectados a que denuncien y analizan los ordenadores para descifrar su «modus operandi»

19 dic 2024 . Actualizado a las 17:39 h.

La agencia de viajes A&M Tours no abrió ayer sus puertas y es muy probable que no lo vuelva a hacer en las próximas fechas porque incluso han retirado el cartel que informaba del horario. Ya no había razón para mantener abierto un negocio que está siendo investigado y que ya no vende ni un billete abierto. Pero eso, para algunos afectados, es una faena porque ahora ya no tienen a quien aportar su número de cuenta para la devolución del dinero. De hecho, ayer alguno se presentó en el establecimiento porque le habían dicho que se pasara para presentar la reclamación. «Esto no se le hace a nadie. Y duele todavía más que sea un paisano nuestro el que nos ha estafado y reído de los sueños de mucha gente que lleva años ahorrando para pasar la Navidad con su familia», afirmó Agustín, un dominicano que tenía el billete para el próximo sábado y descubrió que nunca fue validado.

Si el martes fue detenido el responsable de la agencia tras registrar el negocio, ayer la Unidad de Delitos Económicos de la Policía Nacional arrestó también a su esposa como la titular del negocio, si bien todo el peso de la gerencia la llevaba su marido. El primero ya durmió dos noches en el calabozo de la comisaría de Lonzas y su pareja solo la pasada noche. Hoy pasarán a disposición judicial como investigados por un delito de estafa. 

Reservas

Tras los registros practicados en la agencia, la policía está revisando los equipos informáticos para «determinar su modus operandi». Por ahora se sospecha que la agencia hacía una reserva del vuelo, le daba a los clientes el localizador para hacerles creer que todo estaba bien, pero luego no la abonaba, por tanto, el billete no era validado y tenía el mismo valor que una bola de papel. Los que tengan dudas, según explica Agustín Vázquez, especialista de viajes a medida y director en viajaragusto.es y olamundo.es «deben verificar si en el documento que les han dado aparece el número de billete, que es mucho más importante que el localizador de la reserva. Si aparecen estos dígitos, que son 13, es porque el vuelo se ha emitido».

Los investigadores estiman que la supuesta trama dejó tirados a cerca de 300 migrantes que tenían el sueño de pasar la Navidad en sus países. Pero por ahora solo 120 pasaron por comisaría para poner la correspondiente denuncia, de ahí que ayer la policía lanzase una luminosa bengala para pedir a todos aquellos que han sido supuestamente estafados que acudan lo antes posible a comisaría para contar su pesadilla.

Es muy importante que lo hagan porque, según dijo ayer la subdelegada del Gobierno en A Coruña, María Rivas, contribuirá a esclarecer y apuntalar la investigación. «Pedimos a aquellos que todavía no acudieron a la policía que lo hagan porque así se podrá valorar mejor el alcance de la supuesta estafa, aportarían más información a los agentes que llevan el caso y sería más fácil detectar futuras reclamaciones», dijo. Rivas añadió que «el goteo de damnificados es constante en dependencias policiales».

También es importante que todas aquellas personas que hayan adquirido sus billetes en esa agencia ubicada en la frontera que separa el Agra do Orzán de la Sagrada Familia y que tienen fijados sus vuelos para las próximas semanas o meses que comprueben si están validados. Así estarían a tiempo de comprar otro pasaje y no encontrarse en el aeropuerto con la desgracia de no poder subir al avió como le ocurrió a decenas de personas.

Basilea es una de tantas personas que se quedaron sin abrazar «otro años más, y ya van seis» a su familia en Perú. «Cuando en junio nos tocó 2.000 euros en la lotería, mi esposo y yo decidimos emplearlos para viajar», cuenta. Ahorraron desde entonces porque querían que sus dos hijos también disfrutasen de sus abuelos y tíos y, además, había que llevarles regalos a todos. «Pagamos en total 4.600 euros y la semana pasada en el aeropuerto nos dicen que nuestros billetes no existían. Llevamos llorando desde ese día», afirma. Ayer volvió a acudir a la agencia «para presionarles y que me devuelvan el dinero cuanto antes. Me encuentro con que cerraron. Esto no lo voy a perdonar nunca. Este hombre no se imagina el daño que hizo», concluye la afectada.