La policía detuvo a un joven violento que trató de allanar una casa abandonada y tapiada, y Ginkgo, propietario de muchos inmuebles en la zona, ha puesto vigilantes
16 ene 2025 . Actualizado a las 23:24 h.Con el proyecto de regeneración y transformación de As Xubias en marcha, una okupación supondría un serio problema. Sabido es que la Justicia peca de lentitud y una demanda por desalojo se podría prolongar años, así que lo mejor es evitar la usurpación de raíz. Para ello, el fondo de inversión suizo, Ginkgo, propietario de muchos inmuebles en la zona, contrató los servicios de una empresa de seguridad para patrullar a diario. En caso de que el vigilante observe algo extraño en una casa, procede de inmediato a poner la denuncia y así evitar que los okupas puedan alegar que ya están establecidos.
La solución funciona. Tratándose de un lugar con numerosos inmuebles vacíos o abandonados, muchos de ellos tapiados, el riesgo de una okupación es alto, por lo que «todo esfuerzo para evitar los allanamientos siempre es bienvenido», sostiene un vecino. El mismo que hace un mes llamó a la policía por un altercado protagonizado por un joven que intentaba entrar en una casa a patadas. Cuando residentes de As Xubias lo vieron, le pidieron que se fuera. Este se enfrentó a ellos. El 092 llegó a tiempo, los agentes redujeron al delincuente y lo detuvieron.
Ocurrió a plena luz del día. En el número 13 de la travesía que cruza As Xubias. Un grupo de vecinos se encontraba en la tasca A Toquera cuando vieron que de una vivienda que estaba tapiada lanzaban todo tipo de materiales a la calle desde una ventana. Luego salió un joven. Intentaba romper las tablas que bloqueaban la entrada. Le preguntaron a gritos qué estaba haciendo. Dos de los residentes se acercaron y cuando estaban a escasos diez metros del okupa, este les mostró un objeto que aparentemente parecía un cuchillo. Se santiguó y comenzó a caminar hacia los residentes blandiendo el arma. Dos de ellos le plantaron cara.
El joven se resistió
La policía ya había sido avisada y llegó justo en ese momento. Eran dos patrullas. Los cuatro agentes tuvieron que sacar las armas porque el joven se resistía a ponerse contra una pared. Cuando los funcionarios lograron convencerlo, se revolvió y lanzó puñetazos y patadas, alcanzando a dos policías. No hubo más remedio que neutralizarlo en el suelo y esposarlo.
Desde entonces, no hubo ningún otro intento de okupación. Tanto los vecinos como la empresa de seguridad están atentos. Un vehículo patrulla el barrio lentamente tratando de detectar signos de okupación, como puertas o ventanas rotas.
La zona vislumbra un nuevo futuro con el convenio urbanístico para desarrollar As Xubias bajo la dirección del arquitecto londinense David Chipperfield y a través del fondo suizo y el grupo Sonae. En total, disponen de más de 25.000 metros cuadrados, sumando las propiedades en As Xubias de Abaixo, de Arriba (posee el inmueble de la antigua discoteca Pachá, famosa en los 90), pero también en Oza, donde la joya de la corona son los astilleros Valiña. Ahí se espera obtener la mayor edificabilidad del proyecto.