San Andrés luce su nuevo bulevar con piropos a su estética y fiesta popular
A CORUÑA
Los coches regresaron este jueves por la tarde tras un año de obras. Algunos negocios dudan del futuro sin aparcamiento
27 feb 2025 . Actualizado a las 17:56 h.San Andrés vuelve a estar disponible para todos, peatones y vehículos, después de un año en el que se transformó en una vía con menos espacio para los coches y más para los peatones y el verde. Música en directo, comida y animación acompañaron este jueves la reapertura de San Andrés, culminada alrededor de las cinco de la tarde con el regreso de los vehículos. Unas horas antes, la alcaldesa de A Coruña, Inés Rey, paseó por la vía acompañada del resto de miembros del gobierno local y, finalmente, hubo un festejo abierto a la ciudadanía y a los operarios que trabajaron en la obra en la plaza homónima.
«Completamos unha das actuacións máis importantes na Coruña deste lustro, seguindo coa nosa política de crear rúas máis amables, transitables e pensadas para as persoas», destacó ayer la regidora, que añadió que los trabajos «beneficiarán ao conxunto dos veciños, así como ao sector comercial da rúa, pero tamén ao resto de persoas que transitan por ela a diario e ás persoas que transportan mercadorías».
Los peatones ya habían regresado en diciembre a esta vía y ayer lo hicieron los coches —los autobuses lo harán el próximo jueves, salvo el 3 y el 7 que mantendrán el recorrido actual—, que ahora cuentan con un solo carril en cada sentido y sin la posibilidad de girar de San Andrés hacia Durán Loriga y los Cantones, pero sí al contrario. Además, la velocidad estará limitada a 20 kilómetros por hora.
Mobiliario nuevo, vegetación en los bordes de la calzada coronada por 80 moreras de Valdeorras y aceras más anchas son otras de las señas de identidad de San Andrés, que regresa a su configuración como bulevar para tratar de impulsar una vía que en las últimas décadas languideció. De hecho, en el tramo de Santa Catalina hacia Pórtico de San Andrés todavía son numerosos los bajos comerciales abandonados o sin uso.
En la calle todavía sobreviven muchos negocios que en los doce últimos meses se enfrentaron a una realidad muy diferente a la que estaban habituados: sin coches, durante un período sin peatones y con las molestias que ocasionan las obras en forma de ruidos o suciedad. Ahora, se enfrentan a un nuevo escenario ante sus puertas.
«Fue un año complicado, con ruido y polvo, la gente evitaba pasar por aquí, pero estoy encantada de que quedase así», explica Lupe Ferreirós, de O Recuncho do Granel. Una idea compartida por la mayoría de los comerciantes es que el resultado estético es muy positivo. «Ha quedado muy bonita, es más agradable para el paseo y para que la gente pueda ver el escaparate», explica Madelyn Conque, de la Confitería La Coruña.
«A nivel estético un 10», destaca Roberto Purriños, de Purriños Zapateros, que también reconoce «el carácter empático y resolutivo de los operarios, se han portado de maravilla». Sin embargo, también ve un aspecto negativo en la nueva configuración de la vía. «No sé si va a ser muy útil sin plazas de aparcamiento. Vivimos de clientes que vienen del área o de barrios como A Zapateira y ahora no tienen sitio para el coche, porque además los párkings están siempre ocupados», relata. Misma preocupación tienen en La Zapatillera: «Tenemos que ver si nos acostumbramos o no sin plazas de aparcamiento, cuando cortaban la calle al tráfico no funcionaba para el comercio», dice Emma Paz.