Un bote de pintura mancha una parte de la calle Cuba, en A Coruña, y acelera la retirada de contenedores soterrados

F. Molezún / A. G. Ch. A CORUÑA

A CORUÑA

La calle Cuba manchada de pintura blanca este lunes
La calle Cuba manchada de pintura blanca este lunes F. Molezún

El incidente inusual terminó revelando el mal estado de los colectores soterrados de la zona

14 abr 2025 . Actualizado a las 10:05 h.

A las 3.30 horas de este lunes, operarios de limpieza alertaban de la presencia de un bote de pintura blanca derramado en plena vía pública, concretamente en la calle Cuba, en el tramo peatonal perpendicular a las calles Barcelona y Entrepeñas. El bote, que acabó esparciendo pintura blanca por buena parte del pavimento, dejó un reguero que obligó a intervenir a los bomberos, quienes acudieron para limpiar la zona y evitar que los transeúntes se mancharan.

La calle amaneció cortada y vallada, no solo por los restos de pintura, sino también porque el incidente sirvió de detonante para acelerar el proceso de retirada de los antiguos contenedores soterrados de orgánico y papel, que se encontraban en mal estado. Según explicaron los técnicos municipales desplazados al lugar, los contenedores serán reemplazados por otros de superficie, con ruedas y vallas de protección mientras dure la transición.

Además de los bomberos, en el operativo participaron varias furgonetas del Ayuntamiento y un camión equipado con mangueras para drenar agua acumulada y retirar residuos del interior de los contenedores subterráneos. La zona quedó cubierta con planchas metálicas como medida temporal de seguridad. Por ahora, no se ha determinado si el bote de pintura fue arrojado intencionadamente o se trató de un accidente. Lo cierto es que, aunque anecdótico, el hecho ha servido para poner en evidencia las malas condiciones de los contenedores y adelantar su sustitución.

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Este suceso mostró otra escena atípica en la calle Cuba. A primera hora de la mañana, los tres bares que operan en la zona permanecían cerrados, con carteles anunciando que no abrirían. Incluso la aledaña calle Barcelona, habitualmente bulliciosa, se mostraba insólitamente vacía, con las terrazas recogidas y un ambiente apagado, acompañado por la lluvia.