Propietarios de pisos de A Coruña, dispuestos a trampear el tope a los alquileres: «Muchos pedirán complementos a los inquilinos, otros directamente cobrarán en negro»

A CORUÑA

Desde que la ciudad anunció que será declarada zona tensionada, muchos dueños de viviendas buscan alternativas para no perder los ingresos que reciben de los inmuebles que tienen en el mercado
09 jun 2025 . Actualizado a las 09:28 h.La «crónica de una muerte anunciada» ya ha comenzado a escribirse. Es la teoría de Juan José Yáñez sobre los primeros efectos que ha provocado el anuncio de que A Coruña pasará a ser una zona de vivienda tensionada. Ocho días después de que la Xunta diese luz verde al gobierno local para regular el precio de los alquileres, el que es gerente de la asociación que agrupa a los promotores inmobiliarios en la provincia (Aproinco) carga contra una medida que «perjudica a los grandes tenedores, pero sobre todo a los pequeños propietarios. E incluso a inquilinos como los estudiantes, pues ahora muchos preferirán alquilar a familias».
Durante esta larga semana las agencias inmobiliarias han recibido numerosas consultas debido a una situación que inquieta, sobre todo, a los dueños de inmuebles que cuando entre en vigor la norma quieran poner por primera vez un piso en alquiler, y a las 422 personas físicas que disponen en esta ciudad de al menos diez viviendas. «No entiendo por qué se imita una medida de la época franquista —la Ley de Arrendamientos Urbanos de 1964— que, precisamente, luego modificó el ministro socialista Miguel Boyer porque quedó claro que cuando el Estado interviene los precios de la vivienda, la oferta se contrae porque muchos propietarios evitan los arrendamientos». Yáñez reflexiona de este modo sobre una situación que materializan otros trabajadores del sector.
En LC Inmobiliaria, por ejemplo, reconocen que estos días han atendido «muchas preguntas» de personas potencialmente afectadas por una norma que tiene una vigencia de tres años y que nace, como ha indicado en varias ocasiones la alcaldesa de A Coruña, Inés Rey, para acabar con «unos precios desorbitados», y con el objetivo de «facilitar el acceso a la vivienda», sobre todo, a aquellas familias que destinan el 30 % o más de sus esfuerzos financieros al coste de la hipoteca o alquiler.
La regidora reconoce que la medida «no es mágica». De hecho, hay quien ya intenta trampearla para seguir generando los ingresos obtenidos hasta ahora. «Algunos nos preguntan por alternativas, como darle al piso un uso turístico, que con la nueva ordenanza municipal también está complicado —ilegalizará el 50 % de las viviendas destinadas a este fin—. Otros planean cobrarle por su cuenta al inquilino unas cuotas adicionales: el pago de la comunidad o el uso del garaje, por ejemplo. Esto estaría al margen de la norma porque se pactaría entre el casero y el inquilino. Es algo similar a lo que ocurre con el seguro de impago, que tiene que asumirlo el propietario, pero muchas veces se acuerda que lo pague el arrendatario», explican en esta inmobiliaria.
Coinciden con Yáñez en que también va a haber mucha gente que empiece a cobrar una parte en B a los inquilinos. Sin embargo, no prevén un movimiento de propietarios que abandonen el alquiler para poner sus viviendas a la venta. En la inmobiliaria Tilit Realty también piensan que esta medida es contraproducente, «no solo porque los propietarios van a ver reducidos sus ingresos sino porque si se suma al miedo que la gente le tiene a los impagos, esto va a reducir aún más la oferta de alquiler disponible».
«Los inversores empiezan a preferir zonas de Galicia como Vigo»
A Coruña está dejando de ser zona fértil para muchos inversores que, hasta la fecha, ponían el ojo en esta ciudad para sacarle tajada al sector inmobiliario. Como indica un abogado experto en este área, él también ha recibido llamadas para saber qué va a pasar de aquí en adelante, en este caso sobre todo de inversores. «Perciben que van a dejar de tener una proyección de beneficio que les pueda compensar, por eso están ya pensando en otros mercados, y muchos están fijándose ya en Vigo».
Añade que al coincidir la declaración de zona residencial tensionada con la ordenanza que regulará las viviendas de uso turístico en la ciudad, que se aprobó en el pleno del jueves, «peor se lo pones a quien quiere hacer negocio en esta urbe. Quienes quieren invertir capital aquí tienen ahora el mercado bloqueado». Habla, sobre todo, de grandes tenedores que quieren especular con viviendas de la zona centro y Pescadería. «Cada vez hay más extranjeros interesados en hacer negocios inmobiliarios aquí, pero por lo general sigue siendo gente de la ciudad o de Ayuntamientos vecinos».
Respecto a esta situación, el concejal de Urbanismo, Vivienda y Rehabilitación, Francisco Dinís Díaz Gallego, insiste en apelar «a la responsabilidad colectiva y el sentido común». «Nadie pretende dejar sin ingresos a los propietarios de viviendas, pero con esta ley sí buscamos contener una escalada de precios que es constante e inasumible para la ciudadanía. Es importante actuar, temporalmente en este caso, para evitar que la maximización de los beneficios procedentes del alquiler se conviertan en un problema social».