Padres convertidos en albañiles en un colegio de A Coruña: «Pintamos y limpiamos con una Karcher, las ventanas interiores están llenas de carcoma y no podemos ventilar»
A CORUÑA

Un informe revela graves deficiencias, mientras las familias costean obras urgentes en el Cidade Vella
20 sep 2025 . Actualizado a las 07:11 h.«En la edificación aparecen numerosas patologías, destacando el mal estado de conservación. Se constatan humedades, desconchados, grietas, fisuras, roturas de material o ataques de microorganismos». El informe que los padres del CEIP Cidade Vella de A Coruña encargaron en abril a un arquitecto es demoledor. Tras dos inspecciones realizadas en marzo, el técnico certificó los problemas del inmueble donde sus hijos pasan horas todos los días.
Una queja que desde la ANPA Herrerías Cidade Vella han trasladado tanto a Educación como al Ayuntamiento, sin apenas resultados. «El Concello, con el que nos reunimos en julio, arregló una parte del patio, donde juegan nuestros hijos y cuyas estructuras están llenas de óxido. Nada más. A día de hoy, las mejoras más importantes se hicieron con dinero de la AMPA. Las principales actuaciones las hicimos nosotros o los propios padres, directamente. Uno vino a limpiar con su Karcher, había acumulación de excrementos de gaviotas e, incluso, animales muertos. Otro ha reparado de forma provisional la rampa de acceso. Es un peligro. Los niños resbalan todos los días, necesita al menos una malla antideslizante. Tuvimos que sustituir nosotros las tablas que estaban literalmente podridas», exclaman desde la AMPA.
Como las peticiones formales, de momento, no tienen una respuesta definitiva sobre cuándo se llevarán a cabo las actuaciones, han creado una cuenta en Instagram para evidenciar la situación del centro público, se llama @familiasenloitaceipcidadevella y en ella van compartiendo las mejoras que van haciendo y los desperfectos del edificio.
8.000 euros para pintar
Unos problemas que el arquitecto plasmó en su informe, documentado con hasta 183 fotografías. «Las carpinterías están completamente destrozadas. La Xunta cambió las ventanas de una fachada, pero las interiores están llenas de carcoma y no podemos ventilar», detallan los padres.
Este detalle es especialmente grave si se tiene en cuenta que el vetusto inmueble está lleno de humedades. «Es una cuestión de salubridad. Este verano pintamos el comedor entero, la cocina y la zona donde se cambian las cuidadoras. La higiene es la prioridad absoluta. Después se pintó el gimnasio y algunas salas, básicamente, hasta donde nos llegó el presupuesto. Esta ha sido la mayor inversión. Casi 8.000 euros de dinero de los padres a través de la AMPA», remarcan.

Tuberías atascadas, poca limpieza o una «falta de mantenimiento reiterado» lastran la calidad de la instalación. «Hacemos esto por extrema necesidad. Lo único que pedimos a las instituciones, Concello y Xunta, es que se pongan de acuerdo. Entendemos que es un edificio patrimonial, pero nuestros niños se merecen ir en unas condiciones saludables a clase», inciden.

Carta de los directores
Desde la dirección del centro público, al que van escolares desde los tres años, respaldan las reclamaciones y se remiten a la carta de la Asociación de Directores de Colexios Públicos de A Coruña, donde su presidente, Antonio Leonardo, clama contra el «abandono do mantemento dos centros públicos» por parte del Ayuntamiento. Desde el gobierno local, sin embargo, alegan que muchas de las deficiencias detectadas son problemas estructurales del inmueble y que, por tanto, es la Xunta la responsable.
En María Pita avanzan que el contrato de mantenimiento para los colegios ya está adjudicado y próximo a su firma. Aseguran, además, que «están coordinando sus próximas actuaciones» con la dirección del Cidade Vella. Con todo, se defienden: «La competencia en educación la tiene la Xunta y debe apostar por la educación pública aportando los fondos necesarios para los centros».

Por su parte, desde San Caetano esgrimen que «o mantemento nos colexios de Educación Infantil e Primaria é competencia municipal» y que su papel se limita en ellos a «grandes obras de rehabilitación».
Mientras las Administraciones no se deciden, los padres se ponen manos a la obra y no cesan en su lucha por una educación en condiciones óptimas.