
El famoso establecimiento de la calle Cordelería cerrará, como todos los años, durante el mes de octubre y entonces estrenará una nueva remesa
27 sep 2025 . Actualizado a las 05:00 h.La Flor del Jamón, en la calle Cordelería, es un tesoro. Uno de los últimos locales que mantienen la esencia de siempre. El negocio fundado en 1962 destaca por la calidad de sus embutidos, en especial el jamón. De su techo cuelgan decenas de ellos. Es el cielo del buen jamonero. Pero el número de piezas se ha ido reduciendo estas últimas semanas y hace unos días pasé por allí y solo colgaban cinco jamones. Es algo curioso, pero no es nuevo, sucede siempre a finales de septiembre, como la caída de la hoja, los días más cortos o el frío mañanero. «Siempre hago la compra anual. Sigo la costumbre que viene de antes. Ya tengo calculada la cantidad que se consume y hago el pedido al mismo secadero, que me garantiza la calidad. Si me quedo corto me traen más. El 30 de septiembre terminamos esta tanda y nos vamos de vacaciones todo el mes de octubre, que creo que nos lo merecemos», explica José Manuel Cambón al lado de su mujer, Mari, y de las Yolis, como llaman a las dos Yolandas que trabajan en el veterano negocio. Las alcayatas de donde cuelgan los jamones también tienen derecho a un descanso. El veintipico de octubre se acabarán las vacaciones de los ganchos, porque llegará la nueva remesa de jamones y habrá que colgarlos. En noviembre, La Flor del Jamón recuperará su habitual estampa para seguir dando satisfacción a sus fieles clientes.