





Raquel García es la creadora de este espacio en el número 1 de la plaza Vista en que trabajan estilos minimalistas y líneas finas y delicadas
05 nov 2021 . Actualizado a las 23:15 h.Raquel García lleva tres años tatuando. «Antes estudié filología inglesa y daba clases de inglés a los niños por la tarde». Siempre le gustó dibujar y uno de sus sueños era hacer bellas artes. Un día un amigo le dijo: «Yo te dejo una máquina china y empiezas a aprender y a ver qué sale. Al principio me enfadé muchísimo porque es frustrante porque el resultado no siempre es lo que es esperas. Es un proceso de aprendizaje lento». Empezó a especializarse en línea fina y sus trabajos, muy delicados, empezaron a tener cada vez más aceptación. «Siempre pensaba que si yo tuviese un negocio lo haría de una forma concreta, intentaría dar un trato lo más personalizado posible. Así que un día eché cuentas y así fue cómo nació Seventh Heaven». Abrió en verano su estudio en el número 1 de la plaza Vista, justo entre las calles Orzán y San Andrés. Y además de especializarse en tatuajes delicados (de línea fina y más minimalistas) y en ofrecer un trato personalizado, Raquel tenía otro objetivo: que su estudio estuviese liderado por mujeres. «Quería unir a las mujeres tatuadoras, que en A Coruña no somos muchas. Quería buscar a personas que tuviesen un estilo lo más similar posible dentro del ámbito de lo delicado y si podían ser chicas, genial. Aquí hasta ahora lo habitual en el mundo del tatuaje era que los hombres tatuasen y las mujeres estuviesen en recepción». Así creó un equipo de cinco mujeres: cuatro tatuadoras y una especialista en pírsines.

«Todas hacemos línea fina, dos trabajamos con la línea más fina que existe. Otra es especialista en color y después otra hace más tatuaje ilustrativo. Es nuestro signo de identidad». Los sábados realizan diseño de orejas, un servicio novedoso que ya tiene lista de espera: «Estamos dando cita para dentro de cuatro semanas». Consiste en hacer un análisis de cada oreja y elegir los mejores lugares y pírsines para cada persona. El objetivo de Raquel es dedicarle tiempo a cada cliente, que cuando entre en su estudio se sienta como en casa. «Me da igual si tenemos dos tatuajes al día. Para nosotras es importante el trato, que le presentes todas las opciones posibles a las personas y que pasen un buen rato. Al final el tatuaje no deja de ser una herida en la piel». Tienen muchas clientas mujeres de todas las edades, desde los 18 años, cuando deciden hacerse su primer tatuaje, hasta los 80. «Hay mucha gente mayor, sobre todo mujeres, que llega un momento en el que dicen ‘de perdidos al río' voy a hacer lo que siempre quise y se tatúan». También hay hombres: «Estoy muy contenta porque los hombres también se atreven con tatuajes delicados. Antes era muy raro que se animasen con los florales y ahora lo piden mucho».
Siete es su número favorito y de ahí el nombre del estudio. «Justo cuando estaba con la idea de abrirlo me compré un libro de poesía en inglés y se repetía mucho la palabra heaven, así que como creo mucho en las señales decidí que formaría parte del nombre. De ahí viene Seventh Heaven, del siete, mi número de la suerte, y heaven, la palabra que se repetía en el libro». A Raquel le gusta escuchar las historias de las personas: ese lado humano es fundamental en su estudio. Los temas relacionados con la familia y Galicia son los más pedidos. «Después de la pandemia tatué muchos 2020 tachados». El tatuaje más raro que hizo: «Fue un espermatozoide para una chica que era embrióloga. Era muy bonita la historia porque era su trabajo: se dedicaba a dar vida».