El edificio okupado de la calle de la Barrera, en A Coruña, presenta grandes destrozos en sus cuatro pisos

alberto mahía A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

EDUARDO PEREZ

Los usurpadores del primero aseguran que un joven llevaba días durmiendo en un colchón en la vivienda del Ayuntamiento

10 abr 2024 . Actualizado a las 20:01 h.

Solo una gran obra de rehabilitación evitará que el número 30 de la calle de la Barrera termine volviéndose una ruina. Pese a que se estima que la okupación comenzó hace poco más de un mes, sus cuatro pisos presentan importantes destrozos. Unos más que otros. Los propietarios quieren sentarse con el Ayuntamiento para que este agilice todos los trámites que les permitan adecentar las viviendas.

Pero lo primero será desalojar del inmueble a las personas que okupan el primero y el segundo. El joven que utilizaba el tercero, propiedad del Ayuntamiento, «llevaba unos días viniendo a dormir», aseguraba este jueves una de las personas que reside en el primero. Cuenta que «andaba tirado en la calle y un colega le dijo que aquí había sitio y se vino», añade. Lo que no sabe con precisión es si lo hacía todas las noches. «Lo vi un par de veces», recuerda.

Pese a todo, los agentes de la Policía Local que acudieron al inmueble este miércoles se encontraron con el tercero vacío. Solo vieron el colchón. Pero nada más. El joven no se encontraba en la vivienda a primera hora. Según aparece en el informe policial, se aporta que agentes del grupo de apoyo de la unidad de convivencia y seguridad diurna «se trasladaron al lugar para comprobar la posible ocupación de viviendas del inmueble, concretamente del tercer piso, de propiedad municipal. A la llegada de los agentes se pudo constatar que la puerta estaba abierta apreciándose signos de una posible sustracción de algún mobiliario, sin que se encontrase ningún morador dentro, ni la vivienda presentase indicios de ser morada o domicilio de ninguna persona». Estas palabras contradicen las del joven al que varios agentes acompañaron al mediodía hasta la calle con sus pertenencias, quien aseguró a este periódico que llevaba unos días durmiendo en esa vivienda y que lo desalojaron. 

Recuperación del piso

En cambio, el informe policial no refiere ningún desalojo. Se limita a decir que al comprobar que no había nadie, «se procedió a la recuperación de oficio del piso, el sellado de la puerta y seguimiento policial en todos los turnos de trabajo, para evitar la posible presencia de ocupantes».

Se detectó «una situación similar en el cuarto piso, localizando al propietario y custodiando la misma hasta la colocación de un candado que impidiese el acceso de modo provisional, acudiendo una empresa enviada por el dueño durante la tarde, que iba a proceder al tapiado de las ventanas y de la puerta», añade el atestado.

En estos momentos, según la policía, «se está haciendo seguimiento de las viviendas de los pisos primero y segundo en coordinación con sus propietarios para el desalojo de los posibles ocupantes, después de que varios de ellos abandonaran voluntariamente el segundo piso tras la llegada de los agentes. Se mantuvo la presencia policial permanente hasta que las viviendas de los pisos tercero y cuarto quedaron correctamente cerradas y se mantendrá un seguimiento en todos los turnos para su vigilancia, con presencia policial estratégica».

Uno de los okupas del primero aseguró este jueves que permanecerá en la vivienda «hasta que no encuentre otra». Prefiere que sea más pronto que tarde, porque no quiere «problemas, solo vivir tranquilo».