A Coruña da el primer paso para aprobar la tasa turística

David García A CORUÑA

A CORUÑA CIUDAD

La alcaldesa de A Coruña, Inés Rey, esta mañana informando sobre la nueva tasa turística
La alcaldesa de A Coruña, Inés Rey, esta mañana informando sobre la nueva tasa turística ÁNGEL MANSO

La junta de gobierno local aprobó la ordenanza para cobrar entre 1 y 2,5 euros por persona y día, de la que quedan excluidos los menores no emancipados

28 may 2025 . Actualizado a las 20:42 h.

La junta de gobierno local aprobó este miércoles la ordenanza fiscal a través de la que se implantará una tasa turística en A Coruña. El documento tendrá que ser sometido al pleno próximamente, pero la ciudad enfila de esta manera la llegada de este impuesto para los visitantes, que se podría empezar a aplicar en septiembre, fecha que dependerá de la velocidad de la tramitación.

El texto municipal se adapta a las condiciones establecidas por la Xunta en una ley aprobada a finales del año pasado y que permite a los ayuntamientos la implantación de este tributo. En el caso coruñés, consistirá en un recargo de entre 1 y 2,5 euros por persona y noche hasta un máximo de cinco días, aunque solo aplicará a los adultos, quedando exentos los menores no emancipados. La cantidad variará según el tipo de establecimiento en el que se alojen los visitantes y afectará a hoteles, viviendas turísticas y cruceros, aunque para estos últimos será diferente según las horas que pasan en la ciudad.

El mayor pago, 2,5 euros por persona y noche, lo realizarán los que pernocten en hoteles de cinco estrellas o de cuatro superior, mientras que abonarán 2 euros los de cuatro estrellas, 3 y 2 superior, además de en las viviendas de uso turístico. En los hoteles de una y dos estrellas se pagará 1,5 euros, y en las viviendas turísticas, 1 euro. Para las embarcaciones de crucero se establece una tasa de 1,5 euros, aunque la recarga se aplicará a partir del 2026. La alcaldesa, Inés Rey, explicó que esto se debe a que «los paquetes para este año ya están vendidos», por lo que se empezará a aplicar a partir del próximo «salvo que a Xunta estableza unha exención ou moratoria» en la Ley de acompañamiento a los presupuestos, que es sobre la que se sustentará la tasa turística.

El Puerto, en contra

En este sentido, la Autoridad Portuaria se mostró contraria este miércoles a esta medida. «En el caso de los cruceros, la tasa no la abonarían los viajeros, sino las navieras. Por ello, les supondría un sobrecoste muy significativo en el importante total de la escala, y puede provocar que las navieras desvíen los barcos a otros puertos de nuestro entorno. Ningún ayuntamiento de nuestra zona, ni en Galicia ni en el norte de España, aplica la tasa turística a sus puertos. En consecuencia, el puerto de A Coruña perdería competitividad en el sector de cruceros», explicaron. Además, desde el Puerto lamentaron que la consecuencia de aplicar la tasa a los cruceros «sería muy negativa para todas las empresas de servicios portuarios y turísticos, comercio, hostelería, transporte, seguridad, etc. Hay que tener en cuenta que el impacto económico de los cruceros en A Coruña y el área metropolitana supera los 35 millones de euros al año». Por ello, la Autoridad Portuaria avanzó que seguirá trabajando para que no se aplique la tasa turística a partir del 2026.

Apela a la responsabilidad

La regidora explicó que la ciudad contó el año pasado con cerca de un millón de turistas, que tienen «un impacto moi específico nalgúns barrios». «O turismo é unha fonte de ingresos, pero tamén ten un impacto ambiental e un custo sobre os servizos municipais e non queremos que repercuta sobre os coruñeses», razonó, antes de añadir que «non se trata de gravar o turismo, senón de ser responsables». Además, habrá excepciones en las que no habrá que pagar la tasa, como en las estancias por motivos de salud o programas sociales de la Unión Europea, los deportistas federados en competición oficial, los menores de edad no emancipados, personas con una discapacidad superior al 65 % y las estancias en albergues públicos por el Plan Xacobeo.

Inés Rey destacó también que se habló con «todos os sectores» y que habrá seis meses para constitución de una mesa de seguimiento en la que estarán el Ayuntamiento, la Asociación Empresarial de Hospedaje de A Coruña (Hospeco), la Autoridad Portuaria y la Federación de Asociaciones Vecinales de A Coruña.

El gobierno local preveía ingresar 2,5 millones de euros este año con su entrada en junio, plazo que previsiblemente no se podrá cumplir. Según un informe municipal, un mínimo del 80 % de la recaudación se destinará a mejorar el control de las viviendas turísticas, a que los barrios más afectados por el turismo «recuperen unha actividade económica, social e cultural independente do turismo» y a mejorar la desconcentración turística.

Con su aprobación en junta de gobierno y su previsible debate en el pleno del jueves de la semana que viene, A Coruña se une a Santiago, cuya corporación dio el visto bueno inicial a la ordenanza la semana pasada y que espera poder empezar a aplicar la tasa en un par de meses. 

Altavoces prohibidos en las playas

La junta de gobierno también aprobó la ordenanza que regulará las playas de la ciudad, un texto que busca compatibilizar un «uso racional e sostible» mediante su protección natural, la convivencia y la seguridad de los usuarios. El año pasado se realizó una consulta pública en la que se recibió alrededor de un centenar de sugerencias.

El texto también tendrá que ser sometido a la aprobación del pleno y regulará aspectos como el uso de altavoces, que se prohibirán «de forma que produzan ruídos que resulten molestos ao resto das persoas usuarias», la prohibición del acceso con perros del 1 de junio al 30 de septiembre, excepto en la playa canina de Bens, aunque se podrían decretar zonas en los arenales para el esparcimiento de los animales con carácter permanente o temporal.

También se estipula que el paseo, el baño o la estancia tendrán preferencia sobre otros usos, mientras que las actividades deportivas o juegos de pelota estarán permitidas siempre que no supongan una molestia para el resto de usuarios durante la temporada de playas. La distancia mínima deberá de ser de 10 metros.

Se estudiará la prohibición de fumar en determinados arenales o en algunas zonas, el uso de gel o champú en las duchas y se prevé la habilitación de zonas señalizadas para la práctica de deportes acuáticos como el surf.