Retoma la actividad pública tras convertirse en la primera mujer en dirigir la entidad
10 dic 2019 . Actualizado a las 13:21 h.Andaba con sus «cosas de jubilada», disfrutando de sus paseos, sus amistades, sus viajes... Pero le pidieron que se presentara a la presidencia del Club del Mar y, como es «muy inquieta» y no para, se animó. Mariám Ferreiro es la primera mujer que ostenta este cargo en los 84 años de historia que tiene la entidad. Y eso le hace muchísima ilusión.
—¿Por qué se ha tardado tanto en elegir a una mujer como presidenta del Club del Mar?
—He de reconocer que en un principio no pensé que iba a salir elegida, pero a medida que iban pasando los días y veía el apoyo de tanta gente, empecé a creérmelo. La verdad es que no sabría decirle por qué soy la primera mujer en ostentar el cargo. Tal vez porque la gran mayoría de los socios siempre fueron hombres y las mujeres nunca se animaron a presentarse. Lo importante es que ya ocurrió, se rompió un techo y debemos estar muy satisfechos por eso.
—¿Qué fue lo que la animó a presentarse?
—Lo primero y fundamental fueron algunas personas que me quieren las que me lo pidieron. Como Ángel Garmendia, Moisés Rey.... Ufff, fueron muchas y no quiero dejarme a nadie. Ya le comenté que en un principio no quería. Yo ya estaba jubilada, tanto de la política como profesional. Andaba con mis paseos, o mis viajes y pensaba que era hora de descansar. Pero me llenaron de ilusión. Y si eso lo sumamos a que soy una persona muy inquieta de naturaleza, que no puede parar y con un gran cariño por el club, finalmente asumí el reto como si fuera el primero de toda mi carrera.
—Ahora que es presidenta, ¿que es lo que más le gustaría para la entidad?
—Son muchas las cosas que esta junta directiva que presido quiere hacer. Pero hay algo muy importante y que el club adoleció de eso durante muchos años, que es la unidad. Que todos, y cuando digo todos, quiero decir absolutamente todos sin excepción, seamos una piña. Quiero que los socios estén unidos y que todos rememos en la misma dirección. Hay muchas cosas por hacer, pero mi primer mensaje quiero que sea ese, el de la unidad. Soy una persona que no me gustan los enfrentamientos.
—Por eso propuso la creación de una oficina o departamento del socio...
—En efecto. La unidad va por ahí, porque todos sumen con sus ideas, que todos puedan proponer y que la junta directiva escuche y ejecute.
—De lo que no se quejará es de la cantidad de socios...
—Somos más de 7.000 y en estos últimos dos años se han sumado nuevos socios. Es cierto que la cantidad es importante, pero no nos conformamos. Queremos más. Además, le diré una cosa. Pese a ser una entidad tan arraigada en la ciudad, tan histórica, hay muchos coruñeses que no conocen las instalaciones por dentro. Y cuando llega alguien nuevo y ve esto, se asombra de lo que tenemos en la entidad.
—¿Cuáles van a ser los principales objetivos?
—Que el club sea para todos y para todas las edades. Para los niños, para los jóvenes y para los mayores. Por ejemplo, la creación de una ludoteca permitiría a los usuarios con niños pequeños disfrutar de sus actividades en el club mientras sus hijos se divierten. Debemos potenciar el club como lugar de encuentro y juegos para los mayores. Para que los chicos puedan realizar actividades de su interés, se creará un club juvenil para que ellos decidan qué hacer. También la cubrición de la terraza exterior situada junto la piscina con un acristalado móvil posibilitaría su uso en días de mal tiempo. Y en una pared de la entrada, se puede hacer perfectamente un rocódromo. Son muchas cosas las que tenemos por delante y lo haremos con ilusión.