A la búsqueda del nacimiento oculto del río ártabro Lambre

CRISTÓBAL RAMÍREZ

IRIXOA

C. R.

En el monte de Uz, en Monfero, brota el primer hilo de agua que desembocará, kilómetros abajo, en el encantador Ponte do Porco

03 dic 2022 . Actualizado a las 17:27 h.

Sin ríos no habría tanta vida como hay en el golfo Ártabro. Algunos son minúsculos, otros no tanto. Y parte de ellos están cargados de historia. O para ser más exactos, todos tienen historia, pero solo se conoce algún episodio de este o de aquel. Del Lambre, por ejemplo.

Su preciosa desembocadura no lejos de Miño se inmortalizó en muchas fotos. Pero ¿y el nacimiento? Ese es el gran desconocido.

La descripción oficial dice que nace en el monte de Uz, territorio de Monfero, y hacia allí hay que ir desde Irixoa. Resulta muy fácil llegarse hasta las cercanías de ese primer hilo de agua, aunque la dificultad aumenta, y mucho, si lo que se quiere es alcanzar al punto exacto.

Así que desde Irixoa por la DP-0905 y se coge el desvío, de tierra, por donde se va al mirador de Pena Fesa (señalizado). Y en el siguiente desvío, ya cuando toca ascender con cierta dureza, se elige un camino que gira a la izquierda de todo, y que, por lo tanto, no va hacia las antenas que coronan el monte; acaba muy cerca de ese primer chorro, oculto este en la fraga. Desde luego, solo apto para quienes estén acostumbrado a andar por la montaña y no apto para menores.

Quienes no quieran tanta aventura y se conformen con ver el Lambre cuando lleva algo menos de un kilómetro de recorrido entonces que se pongan como meta la iglesia de San Xiá, con un crucero. El pequeño grupo de casas que se levantaron en sus alrededores, y que lleva por nombre el expresivo, claro y rotundo Xunto á Igrexa, está al lado de un pequeño trozo de tierra casi llano por cuyo final corre el río formando un bosquete de ribera muy bonito.

No hay una pista o un camino que permita ir en paralelo al Lambre, pero sí hay unos cuantos desvíos de la DP-0905 que permiten cruzarlo. La tónica es la misma: naturaleza, naturaleza y más naturaleza. Pequeños rincones con mucho encanto y nula presencia humana en la mayoría de esos rincones.

El primer desvío conduce a A Ponte do Río Seco, a donde por cierto también es posible llegarse en un cómodo y corto paseo poniendo un pie delante del otro desde el final de San Xiá. En A Ponte do Río Seco llaman la atención dos cosas. Una es su crucero, de gran base, fuste muy bien trabajado y una muy sencilla y pequeña cruz coronándolo. La otra es también una cruz de respetable tamaño si bien no tan alta. ¿Qué hace ahí, porque además es de hierro, con vieiras en su base y algunas piedras que sin duda son votivas? ¿Camino de Santiago? En absoluto. Una placa aclara el misterio, y su lectura lleva a la reflexión y ver cómo los pelos se ponen de punta. Es un recuerdo perenne a Victorina García Noche, que falleció en ese mismo sitio el 13 de agosto de 1915. Sus padres, Manuel y Pastora, quisieron que el mundo no olvidase a Victorina. Tenía 9 años.

SAN XIÁ

43°18’39”N 8°00’33”W.

LA FOTO MÁS PERSONAL

En las cruces de A Ponte do Río Seco.

CON NIÑOS

Ir andando desde Xiá hasta A Ponte do Río Seco.

EL DESAFÍO

Llegar al nacimiento.