De dirigir dos hoteles en Praga a liderar un proyecto rural en Oza-Cesuras
OZA-CESURAS
Alain Lago asumió la gestión de la Casa Grande do Soxal, con 11 habitaciones
15 oct 2023 . Actualizado a las 05:00 h.El bilbaíno Alain Lago Areitioaurtena, de 34 años, está al frente, desde diciembre, de la Casa Grande do Soxal, un establecimiento que oferta alojamiento y gastronomía en Oza-Cesuras. Estudió Turismo en Deusto, trabajó en el Guggenheim y se especializó en Suiza con un máster en dirección hotelera antes de ingresar en la cadena Barceló donde fue subiendo en el escalafón realizando un periplo por hoteles de Bilbao, Cáceres, Tenerife, Fuerteventura, Granada, Madrid y Praga. La capital checa, donde dirigía un hotel de 5 estrellas con 50 habitaciones y otro de 4, con 250, fue su último destino antes de emprender esta apuesta por el turismo rural.
«Mi mujer es de Curtis, nos conocimos trabajando en Fuerteventura, y estando en Praga la llamaron de un hotel de A Coruña y le ofrecieron una buena oportunidad. Tras meses separados decidí coger una excedencia y venirme aquí sin nada», explica, reconociendo que «volar desde Praga hasta Galicia era casi imposible, teníamos que coger tres aviones, con conexiones horribles, lo que nos impedía vernos tanto».
Buscando un nuevo proyecto profesional llegó a la Casa Grande do Soxal, propiedad de una familia que lo puso en marcha hace 23 años y que no lo estaba trabajando al 100 % en estos momentos. En diciembre logró convencerlos para que se la alquilasen y, tras una remodelación, el 18 de febrero abrió el restaurante.
«Es un restaurante enxebre, con lareira, fuente, damos comida de kilómetro 0, de productores de la zona, de temporada y de calidad, con cariño y buena materia prima y creo que la gente está contenta», explica, tras incluirlo dentro de los Restaurantes da Biosfera. «La acogida ha sido muy buena y estamos contentos», reconoce. Trabajan de jueves a domingo a mediodía y dan cenas viernes y sábados.
También han comenzado a gestionar el alojamiento. «En Semana Santa abrimos dos habitaciones de las once y ahora ya llevamos nueve», explica. Espera concluir a principios del año que viene la remodelación. «Lo que ofrecemos es tranquilidad y mundo rural, creo que la casa está muy bien situada para quien viene a conocer la provincia, porque estamos a 30 minutos de A Coruña, a 40 de Santiago y cerca de Betanzos», precisa.
«El 95 % de nuestros clientes vienen de otras comunidades y hay otro 5 % que son internacionales, sobre todo franceses, italianos y belgas», comenta. Alain, junto a dos cocineros y una camarera, atiende esta casa grande situada en una finca con una superficie de 6.000 metros cuadrados, rodeada por un campo con vacas, y que cuenta con un inmueble principal con el restaurante, la cocina profesional y seis habitaciones. Una segunda casa alberga cinco habitaciones y un tercer edificio funciona como salón multiusos, en donde programan eventos. Además, han destinado la pequeña construcción que funcionaba antes como recepción, como almacén. También tienen ya en plena producción el gallinero, que en un futuro servirá para aprovisionar el restaurante.