El fiscal pide 20 años para la acusada de asesinar a su marido en Paderne

alberto mahía A CORUÑA / LA VOZ

PADERNE

Dolores Vázquez

Será juzgada a partir del lunes en la Audiencia por un tribunal popular

26 nov 2024 . Actualizado a las 10:36 h.

La vecina de Velouzás (Paderne) acusada de matar al marido en la Navidad del 2022 ocupará la próxima semana el banquillo de la Audiencia Provincial. Un jurado popular se encargará de decidir si asesinó o no a la víctima. La Fiscalía pide que se le impongan 20 años de prisión.

Según la acusación pública, la mujer convivía con su esposo. Un día indeterminado del período comprendido entre el 20 de diciembre del 2022 y el 20 de enero del 2023, «la acusada se propuso acabar con la vida de su marido aprovechando que este no tenía posibilidad alguna de defenderse ni de reaccionar, pues estaba durmiendo o descansando desprevenido en la cama de una de las habitaciones de la casa». En estas circunstancias, la mujer, con un martillo con mango de madera y zona de golpeo circular, «le propinó a su pareja cuatro golpes en la zona fronto-parieto-tamporal izquierda de la cabeza», sostiene la Fiscalía. Añade que «el primero de los impactos fue en la zona más alta y los siguientes más abajo y atrás».

A consecuencia de los golpes, el hombre «sufrió fractura con hundimiento de la zona fronto-parieto-temporal izquierda, traumatismo hemicraneal izquierdo severo con fractura polifragmentada y hundimiento de la misma, que le produjo la muerte», según la autopsia.

A continuación, asegura el Ministerio Fiscal en su escrito de calificación, «le envolvió la cabeza en una bolsa de plástico de basura de color azul y lo cubrió totalmente con una manta, dejando el cadáver en posición en prono y parte en decúbito lateral derecho».

Sobre las 23.35 horas del 6 de enero del 2023, la acusada llamó al 061 reclamando asistencia médica. Cuando llegó la ambulancia al lugar de la vivienda, los técnicos esperaron fuera a que saliera del domicilio, trasladándola al Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña, donde quedó ingresada en el servicio de Medicina Interna. 

Detención

La acusada fue detenida el 1 de marzo en el propio hospital, en donde había estado ingresada desde el 6 de enero, al recibir el alta médica, decretándose la prisión provisional, situación en la que permanece en la fecha actual.

La acusada había sido diagnosticada de trastorno bipolar y trastorno de la personalidad, con una discreta disminución del rendimiento cognitivo y consumo de alcohol. En el momento en que supuestamente asesinó al marido «tenía suficiente capacidad de comprensión de su acción, no llegando a valorar en toda su extensión los resultados y consecuencias perjudiciales de la misma por falta de análisis y reflexión, dejándose llevar por su impulso.

El cadáver de su esposo fue descubierto el 20 de enero del 2023, cuando la acusada se encontraba ingresada en el hospital. El hombre fue enterrado el 8 de marzo en el cementerio parroquial del Divino Salvador de Vilouzás, «sin que conste quién afrontó los gastos funerarios», añade el fiscal. En aquel momento, el matrimonio no tenía ascendientes, descendientes, hermanos o allegados. 

Brujería

Los vecinos de la aldea del Tercio, en la parroquia de Velouzás, apuntaban entonces que la relación en el matrimonio no era buena y que había empeorado desde el fallecimiento de su hijo a causa de la droga hacía diez años. Poco después también falleció la madre del hombre, con la que convivían. Desde entonces residían solos en la casa donde él había nacido, pero no tenían trato con el resto del vecindario.

El fallecido se encontraba a tratamiento psiquiátrico y, según los vecinos, cuando no tomaba la medicación tenía «arrebatos violentos». Los vecinos declararon también en el juzgado —lo volverán a hacer la próxima semana en el juicio— que ambos estaban obsesionados con la brujería. «Es una desgracia, realmente llevaban muchos años así», comentaron.

En la inspección practicada por la Policía Judicial el día 20 de enero en la vivienda se recogieron, entre otros objetos, la bolsa que cubría la cabeza del fallecido, el martillo descrito y una maza del interior de una caja de cartón que estaba en otra habitación. En la diligencia de entrada y registro realizado en la casa el 14 de marzo se intervinieron dos azadas.