La pillan dormida al volante, bebida, sola y sin carné, y alega que ella no era la conductora
PADERNE

Los hechos ocurrieron en la N-650 en Paderne, donde se negó a someterse al alcoholímetro. La condenan a un año de cárcel
15 oct 2025 . Actualizado a las 19:43 h.La Guardia Civil la encontró dormida en su vehículo, en el asiento del conductor. Estaba sola. Los agentes habían acudido a la zona (N-651 a la altura del municipio de Paderne) alertados por otros conductores que vieron un coche con maniobras extrañas. Una vez despierta, le pidieron que se sometiera a un control de alcoholemia, pero la mujer se negó de forma rotunda. Así que la Guardia Civil anotó en su informe los evidentes síntomas de embriaguez que presentaba la conductora, como su comportamiento desafiante, habla pastosa, incoherente y repetitiva, y una halitosis alcohólica tan fuerte «que era notoria a distancia». La mujer era incapaz de caminar de forma recta, le brillaban los ojos y presentaba la pupilas muy dilatadas.
Y, como si de un bucle se tratara, guardaba otra infracción. Llevaba varios meses con el carné retirado por una situación prácticamente calcada: conducir bajo los efectos del alcohol y negarse a las pruebas pertinentes. Aquel episodio había ocurrido en Palma de Mallorca, cuyo juzgado le había retirado la licencia durante tres años y la condenó a nueve meses de prisión.
Con todos estos hechos y los antecedentes, un juzgado de A Coruña le puso una pena cárcel de seis meses por conducir bebida, sin permiso y con el agravante de reincidencia. Y le añadió otros seis meses más (en total, un año de prisión) por no someterse a las pruebas de impregnación alcohólica.
Apelación ante la Audiencia
Con todo, la mujer apeló a la Audiencia Provincial de A Coruña con unos argumentos que no despertaron la duda en ningún momento entre los magistrados que dirimieron la causa. «Nos presenta un método impugnativo en que el todo se descompone en una especie de mosaico inconexo de indicios o datos de este o aquel orden», ironiza la sentencia, antes de llegar al argumento clave presentado por la apelante, que no es otro que, al estar con el motor y las luces apagadas en el asiento delantero izquierdo durmiendo sobre el volante, «deduce la defensa la inexistencia del presupuesto típico de ser conductor», y solicita así el pronunciamiento absolutorio de todos los delitos. Es decir, ser la única ocupante del vehículo no significa que la mujer, afectada por la bebida y con el carné retirado, hubiera sido la persona que trasladó el coche hasta ese punto perdido de la N-651.
Pero la Audiencia argumenta con todo el sentido común vertido en la sentencia de primera instancia. «Indudablemente era ella quien llevó el vehículo conduciendo hasta ese lugar, pues no había ninguna otra persona a bordo o en las inmediaciones, y fruto de la elevada ingesta alcohólica se quedó dormida. Tampoco hay duda de su carencia de permiso de conducir», indican los jueces. Apuntan que las pruebas son «lícitamente obtenidas» y su contenido es netamente incriminatorio, por lo que desestima la apelación.