Intenso se renueva en A Coruña: así se conjuga con acierto y atrevimiento la cocina internacional y el kilómetro cero

Tamara Rivas Núñez
Tamara Rivas A CORUÑA

PARA COMER

El segundo restaurante del grupo Peculiar acaba de reabrir con una nueva carta con platos arriesgados que consiguen sorprender al cliente y hacerlo viajar con el paladar

16 nov 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Conjugar en una misma propuesta gastronómica dos conceptos a priori tan opuestos como la cocina internacional y los productos de kilómetro cero puede parecer algo arriesgado y difícil de casar. Pero llega Álvaro Victoriano, chef e impulsor junto a su socio Rubén García del grupo Peculiar, y lo convierte en una gustosa realidad. Unas obras no previstas obligaron a cerrar las puertas de Intenso, su local de la calle Barrera, durante un mes. Y como su cabeza es de las que no paran, aprovechó ese tiempo para reformular el concepto del que fue el segundo restaurante de los cuatro que conforman la marca, aunque manteniendo la apuesta de platos atemporales y pensados para compartir en un ambiente desenfadado. «En Intenso siempre hicimos una cocina de mucha fusión. Y, ¿por qué no aprovecharnos de los productos que tenemos aquí, que son los mejores del mundo, y también de las ideas que trae la gente que recibimos? La cocina internacional siempre es tendencia y hay que fluir y romper barreras», asegura el cocinero. 

En base a esa línea surgen platos con los que consigue sorprender y hacer viajar al comensal a través de sabores de todas las latitudes. Humus de garbanzos de Carballo con berenjena frita y miel de las colmenas del Mandeo, fideos udon con calamar frito y tofu ahumado de Landeira, en Cambre, alitas de galo celta de Vila de Cruces, pero al estilo coreano… todo tiene cabida en una carta que desborda atrevimiento y que no para de cambiar. «Es completamente dinámica. Cada día imprimimos una carta según los productos que tengamos. Iremos evolucionando en función del producto de temporada», explica. 

Clásicos como el pulpo no se libran de la osadía. «Llegó nuestra jefa de cocina Cecilia Solá (una venezolana que conoce como nadie los sabores del otro lado del charco) y le plantó un ají tradicional con cacahuetes qué no te imaginas lo bien que le va. Es un plato que no está en nuestro ADN, pero es una auténtica delicia», afirma Victoriano. Entre los paladares atrevidos tampoco fallarán los torreznos, que acompañan de una salsa guasacaca de aguacate gallego y yuca frita, ni la focaccia de cocido madrileño con su caldo y queso vilalbés Capricho de Chaira. «Apostamos por el torrezno porque al fin y al cabo es muy de taberna y estamos en la calle por excelencia del tapeo. Y la focaccia es un homenaje al cocido de mi madre, pero con influencia mexicana», agrega.

De la anterior carta se mantienen, por méritos propios, el trío de triunfadores de este local: los puerros tiernos asados con requesón del Eume, miel de alta montaña y almendras tostadas (premio Picadillo), la ensaladilla con patatas de Coristanco, dados de atún marinado y piparras encurtidas (finalista del Campeonato de España del 2018) y las croquetas de leche de cabra con jamón ibérico de bellota. «Imposible quitarlos de la carta», concluye. Su versión de la pantera rosa, un delicioso bizcocho especiado con cremoso de chocolate y piña osmotizada, es el broche perfecto por el contraste de dulzor y frescor. 

Menú recomendado

- Torrezno frito con salsa guasacaca de aguacate gallego, yuca frita y cebolla encurtida.

- Focaccia de cocido de mi madre con su caldo y queso Capricho de Chaira.

- Nuestra versión de la pantera rosa deconstruida con vainilla de Madagascar.

- Precio para 2 personas: 40 €, aproximadamente, bebida aparte.

 Calle Barrera, 23 / Los fines de semana abre de 13.30 a 16.00 y de 20.00 a 23.30 horas. Entre semana, solo para el servicio de cenas. Cierra los lunes / 622 320 586