Una decena de bares de Sada, cerrados cinco días al ser considerados pubs

d. garcía A CORUÑA / LA VOZ

SADA

PACO RODRÍGUEZ

Cuentan con licencia de café-bar especial, como el ocio nocturno, pero abren todo el día

13 ago 2020 . Actualizado a las 23:47 h.

Una decena de cafeterías de Sada que abren desde por la mañana hasta entrada la madrugada tendrán que permanecer cerradas hasta el próximo miércoles incluido al ser consideradas como locales de ocio nocturno a pesar de que eso solo supone una pequeña parte de su actividad.

«La Xunta nos pone como ocio nocturno cuando nuestro 90 % es como cafetería desde las doce del mediodía», explica Andrés Vicos, propietario de El Chiringuito, quien recuerda que durante el confinamiento el Concello de Sada les dio tratamiento de bar pero «la policía ya advirtió entonces de que si no se lo daban por escrito, iban a sancionar».

El problema reside es que estos locales, que anteriormente funcionaban como ocio nocturno, cuentan con licencia de café-bar especial (como los pubs), un asunto que está pendiente de regularización por parte del Ayuntamiento. «Pensamos que íbamos a abrir de día y, en vez de hasta las cuatro, hasta medianoche o la una, cuando nos digan, pero vinieron ayer (por el viernes) y avisan de que tenemos que cerrar a las doce y no podemos reiniciar actividad hasta nuevo aviso», relata Andrés.

Y todo ello en el mes de agosto. «Perdimos uno de los fines de semana fuertes del año, además con este tiempo», lamenta el propietario de El Chiringuito, en el que dan servicio a la playa. Ahora, están pendientes de una videoconferencia entre el Ayuntamiento y la Xunta mañana para ver si hay novedades o que la situación en torno a los contagios mejore cuando se haga la siguiente evaluación, el miércoles. 

Temor a que se prolongue

«El error es que cuando les dicen que somos ocio nocturno, que el Ayuntamiento diga que no estamos de acuerdo, porque ahora nos cierran», explica Andrés, quien critica que se les trate «como un pub que abre a las once de la noche».

Todo ello con el temor de que «esto pueda continuar» y considerando que, al observar «la situación con detenimiento, se puede solucionar, pero depende de quien tenga que tomar las decisiones».

El propietario de El Chiringuito tuvo que «enviar a casa» a ocho trabajadores ante una cuestión por la que se ven afectados una decena de establecimientos. «¿Qué tiene que ver alguien que se esté tomando un helado en mi local con el ocio nocturno?», pregunta Andrés, resignado al no poder hacer nada.