Adelaida Ferreira, responsable de Numismática Felipe VI: «Hay monedas que se venden en internet por las que no daría ni dos euros»

VIVIR A CORUÑA

Adelaida Ferreira, dueña de Numismática Felipe VI (Cordelería, 27)
Adelaida Ferreira, dueña de Numismática Felipe VI (Cordelería, 27)

La venta de monedas a través de la red ha crecido en los últimos años pero no todo lo que hay vale su precio

22 dic 2022 . Actualizado a las 10:14 h.

El crecimiento del comercio electrónico y las plataformas de compraventa que conectan usuarios particulares ha provocado un aumento del interés numismático. En concreto, de personas interesadas en hacer dinero rápido y, en ocasiones, con productos que no valen lo que cuestan. Lo confirma Adelaida Ferreira, propietaria de Numismática Felipe VI (Cordelería, 27), que cuenta que internet no es un buen espacio para adquirir piezas de calidad. Asegura que sobre todo se encuentran ejemplares de euro que apenas tienen valor. «Hay monedas que se venden por internet por las que yo no daría ni dos euros».

La razón del aumento de este tipo de ejemplares en la red se debe a que muchos coleccionistas comenzaron conseguir las nuevas piezas conmemorativas de cada país y se juntaron pronto con muchas monedas. Una inversión que puede ser compleja de recuperar por su falta de atractivo, sobre todo, si son piezas usadas. «La gente se dedica a colgarlas en las redes sociales, pero esas piezas no tienen valor. Es una locura y ponen unos precios que no son equivalentes al mercado actual», señala la experta. «Las monedas de euro no las compro a nadie porque han estado en circulación. Y para que una moneda usada tenga una valoración numismática debe tener más de 100 años», añade.

Así, Adelaida cuenta que ha visto en la red como se ponen a la venta monedas en circulación de 1944 por 1.000 euros, pero asegura que eso es «chatarra». La única moneda de euro que tiene un valor alto en el mercado, que puede pasar de los 2.000 euros, es la de Grace Kelly, que se acuñó en Mónaco. Fue una edición limitada de 20.000 unidades que se ha revalorizado con el paso del tiempo. Lo cierto, el número de monedas que se hacen de cada edición es clave para saber si son relevantes. «Lo más importante para saber si una moneda vale dinero es conocer el número de piezas que se acuñaron en esa fecha o fechas. A partir de un millón de monedas ya es mucho».

Otras monedas actuales que son interesantes son las de países de pequeño tamaño, como son San Marino, Mónaco o el Vaticano. «Y en ocasiones también de Andorra», señala Ferreira. Además están las ediciones especiales que hace la Real Casa de la Moneda, como la que emitió con motivo del 175 aniversario de la creación del cuerpo de seguridad español de la Guardia Civil. Se hicieron 7.500 unidades de una pieza con la cara de el rey Felipe VI, que tiene un valor de 10 euros. 

Otro de los riesgos de comprar por internet son las falsificaciones, pues Adelaida cuenta que «hay mucha copia». La experta señala que hay que conocerlas bien para evitar que te engañen. Los puntos clave a la hora de analizar un ejemplar son el material, que las más antiguas deben de ser de plata o oro, el relieve, que es muy importante; y el peso, que según el modelo debe tener uno determinado.

Cómo son los coleccionistas de monedas 

A pesar de este furor por hacer dinero con determinas monedas, Adelaida tiene claro que los verdaderos coleccionistas «no lo hacen por el dinero, sino por gusto». Y su objetivo no solo es atesorar determinados ejemplares, sino también aprender de ellos y «empaparse de historia», relata. Quizá por ello, confiesa que los verdaderos coleccionistas no lo van diciendo «porque es un mundo muy 'oculto'». Mientras que los que tratan de vender monedas son personas que las han heredado y no tienen la afición por este mundo o los que quieren hacer dinero. 

Como ejemplo de coleccionista comprometido está su propio caso. Adelaida comenzó a formar su colección cuando todavía era muy joven, gracias a su hermano mayor que era un gran conocedor de la materia y que llegó a tener una tienda de numismática en Lion, Francia. Así, actualmente cuenta con piezas de reconocido valor, como una moneda macuquina de ocho reales de Felipe V que se acuñó entre 1631 y 1665. Macuquina es como se conoce a las monedas hechas en la América Española de forma manual y a golpes de martillo. La vende por unos 590 euros.

Otras de sus grandes piezas son un ECU de Luis XIV, que adquirió por una suma importante. Y un Thaler de Luvorne-Florencia, de Come III de Médicis de 1712. «Es muy escasa y está en muy buen estado», dice. Una serie de joyas que obligan a que este establecimiento tenga un nivel de seguridad tres, que es el mismo que tienen las joyerías.