La Ferran Adrià de las croquetas está en el Mesón Barrera de A Coruña

VIVIR A CORUÑA

Este manjar comienza a ser un secreto a voces entre los «foodies» de la ciudad. Aunque el local está especializado en calamares, sorprenden los rellenos de las croquetas de Emma: de la de chocolate y sobrasada a la de puerro y trufa blanca

10 mar 2023 . Actualizado a las 12:43 h.

Lleva 36 años abierto y, durante este periplo, el Mesón Barrera, en A Coruña, se ha consagrado como uno de los referentes de la ciudad en lo que a calamares fritos se refiere. Y no será precisamente porque ande escaso de competencia, pues al lado se encuentra Casa Surrey. La cuestión es que Emma Caamaño pasó prácticamente toda su vida viendo cómo su madre y su tía bordaban unas tapas que eran el sello de la casa, por eso al coger las riendas del mesón pensó que ella también necesitaba una especialidad propia que volviese locos a los clientes. Así, se metió en la cocina y descubrió que tenía una mano excepcional para las croquetas.

El don innato de Emma para acertar con la mezcla de sabores es increíble, igual que su capacidad para conseguir unas croquetas melosas independientemente del relleno que prepare. Empezó elaborando croquetas de espinacas para vegetarianos, y causó sensación. El boca a boca hizo que se multiplicasen los interesados en estas bolitas, y esto fue la motivación definitiva para que esta cocinera decidiese, por fin, especializarse en este plato. «La que más triunfa es la de rulo de cabra con cebolla caramelizada, aunque la de chocolate y sobrasada y la de pollo al curry también causan sensación», comenta Emma.

Las croquetas de Mesón Barrera no son aptas para paladares timoratos. «Yo las pongo todas en un plato, con los sabores que haya hecho ese día, y solo pregunto por intolerancias y alergias para que la gente no tenga prejuicios con las mezclas», comenta. Así, sucede que mucha gente acaba reconociendo que le ha encantado la de puerro y trufa y que, de haber sabido el contenido previamente, no la habrían probado.

Para distinguirlas, Emma las prepara con formas diferentes y distintos rebozados. «Las hago con panko, pan rallado o copos de cereales machacados, así sé cuál es cuál y por las formas; la de perrito caliente, por ejemplo, ya la preparo de forma similar a este bocadillo». Además de creaciones locas como una dulce que tiene en mente de tarta de queso, también prepara clásicos como la de marisco o jamón. Estas están también riquísimas, en parte, porque en Mesón Barrera compran productos de calidad a propósito para hacer el relleno de las croquetas, y así saben, efectivamente, a lo que dicen ser. De hecho, la de marisco tiene un sabor a mar potentísimo porque el interior se prepara con centollo. 

Media ración de croquetas cuesta 7,50 euros, y una entera 12 euros. Se puede completar el menú con la especialidad de la casa, los calamares, y unos tigres rabiosos.

 Dónde: Barrera, 22

Especialidad: Calamares y croquetas

Precio: Se puede picar bien por 10 euros