La cafetería Manhattan de A Coruña, un escenario de cine que brilla en la película «Fatum»

L. G. V.

VIVIR A CORUÑA

CESAR QUIAN

El viernes 28 de abril se estrena el «thriller», que vuelve a llevar a la gran pantalla este icono de la ciudad

24 abr 2023 . Actualizado a las 17:59 h.

En el 2021, un año marcado por el constante vaivén de aperturas y cierres que vivió la hostelería en Galicia, el Manhattan echó la verja fuera de tiempo. El motivo nada tenía que ver con las restricciones de la pandemia sino que se debía a que la cafetería volvía a convertirse en el plató improvisado de una película. En este caso, Código Emperador —de Jorge Coira y protagonizada por Luis Tosar— llevaría de nuevo este icono herculino a la gran pantalla, como ya hiciera el filme Quien a hierro mata

Esta misma semana el Manhattan lucirá en todo su esplendor gracias a Fatum, thriller que se estrena el viernes 28 de abril y que también tendrá como rostro principal a Tosar, y donde darán la talla actores como Álex García, Aarón Piper y Elena Anaya. 

Antonio Taibo es el responsable de esta cafetería, que en varias ocasiones ha comentado a La Voz que el secreto del éxito de su local es, precisamente, que todo cambie —fuera— para seguir como siempre —dentro—. Sus sillas de cuero ancladas al suelo tienen 35 años, los manteles rosas que coronan servilleteros de plata con palillos y los camareros con esmoquin son solo algunos de los billetes para viajar al mejor pasado que ofrece esta cafetería. La misma donde aún se encuentran terrones de azúcar, columnas de mármol y el dorado todavía es el color de moda. 

Antonio Taibo está al frente del Manhattan
Antonio Taibo está al frente del Manhattan EDUARDO PEREZ

Con medio siglo a sus espaldas, tiene el beneplácito de los muy mayores, pero también de esos niños que cuidan sus abuelos y que disfrutan como nadie del mejor plato combinado o cruasán esponjoso como una nube. Su ubicación privilegiada convierte al Manhattan en un infalible de los turistas, que se sientan a imitar lo que mejor hace un coruñés: contemplar. Lo hacen a través de las cristaleras que les permite ver sin ser observados, mientras bulle la vida sin prisa en el local.

En plena era realfooder, el Manhattan sigue fiel al pincho de cortesía de tortilla, croqueta y empanadilla, que hasta para los más sibaritas es todo un manjar a la hora del aperitivo o a media tarde. Hace lo propio con los batidos de fruta y de helado, imprescindibles para quien los prueba y con el plato combinado. Ese que ahora algunos tildan de viejuno y que en su momento fue una verdadera revolución. 

Los precios son asequibles y el personal atiende con una exquisitez que se puede ver en pocos locales de la ciudad. De hecho, Taibo ha comentado en más de una ocasión que es complicado encontrar personal para el Manhattan por las maneras que se requieren para trabajar en este emblema de la hostelería local.