Así fue el verano que Paulina Rubio pasó en Oza-Cesuras: «Le enseñamos el monte y a pescar»

Y.G. OZA-CESURAS

VIVIR A CORUÑA

La vivienda familiar de los Tomé, en Trasanquelos (Oza-Cesuras).
La vivienda familiar de los Tomé, en Trasanquelos (Oza-Cesuras).

La familia Tomé todavía recuerda con nitidez las vacaciones que disfrutó la artista en el lugar de Trasanquelos

25 may 2023 . Actualizado a las 21:54 h.

Paulina Rubio era tan solo una niña cuando llegó a Trasanquelos, un lugar del municipio de Oza-Cesuras. La artista recordó hace poco cómo su abuela gallega Macuca la recogió en el aeropuerto de Madrid para llevarla en coche hasta la casa de la familia del marido de su madre. «Fue un shock muy grande», contó sobre la experiencia. Lo cierto es que la joven pasó de actuar con el grupo infantil Timbiriche a pasar un verano azul en el interior de la provincia de A Coruña. 

La artista tuvo suerte con el destino. La casa familiar no era una cualquiera. Es el punto de partida de la historia de la familia Tomé, que comenzó sus andanzas en Trasanquelos con Juan Tomé y la primera fábrica de quesos y mantequilla de Galicia. Una placa del año 2016 en uno de lo laterales de la vivienda es testigo del hito. Sin embargo, la finca que es hoy nada tiene que ver con la de entonces. Es obra de Juan Tomé hijo, constructor, que renovó la finca e hizo tres viviendas, una para él; otra para su hermano, Pedro, y una última para Macuca, la madre de Carlos Vasallo, el empresario y productor audiovisual afincado en Miami que se casó con Susana Dosamantes, la madre de Paulina Rubio

Gabriel Tomé, en la Taberna de Trasanquelos.
Gabriel Tomé, en la Taberna de Trasanquelos.

La historia la cuenta Gabriel Tomé, primo de Carlos e hijo de Juan. Hoy es propietario de La Taberna de Trasanquelos, un restaurante con espectacular terraza al comienzo del lugar. Él es de los pocos de la familia Tomé que siguen viviendo en la zona, aunque el resto de la familia suele ir los fines de semana o durante el verano, incluido Carlos Vasallo. Además, fue uno de los primos que se encargaron de enseñar a la joven Paulina Rubio todo el entorno. «Yo a Paulina le caí bien, le enseñé el monte, con las perdices, y también a pescar», cuenta. 

Gabriel recuerda a la joven «como una chica muy ágil, muy dispuesta, muy inteligente, siempre cantando». La propia artista contó en una entrevista en el programa El Faro, de la Cadena Ser, que montó el musical de la película Grease durante ese verano. Todavía tiene la imagen de la mexicana con «un comediscos y un maletín con pinturas colgado como un bolso», relata. «Algo que llevaban todas la niñas de esa época», añade. 

El propietario de la taberna no tiene claro si Paulina pasó uno o dos veranos en Trasanquelos. Sin embargo, sí que tiene en la memoria el día que la familia Tomé, con todos los primos y sobrinos, la volvió a ver. Tuvo lugar pasados varios años y con una Paulina Rubio convertida en «la chica dorada». Fue en el concierto que la artista dio en el Coliseum de A Coruña en el año 2001. «Por supuesto, nos invitó, y estuvimos con ella en el camerino», relata. 

La crónica de La Voz de Galicia de ese espectáculo se tituló «La diva de Trasanquelos». En ella se recordaba la relación de la cantante con la localidad de Oza-Cesuras. Además, recoge momentos del evento, como los temas que cantó o el espectáculo que ofreció a los coruñeses. «Jamás se ha visto en el Coliseo tanta pantalla de vídeo. Dos a ambos lados del escenario y tres a su espalda. En total, seis paulinas. Y yo sigo aquí, su mayor éxito hasta la fecha en España, fue el tema más solicitado de la noche», escribió el cronista.