Desarrollos urbanísticos que casi ven la luz en A Coruña: del parque de atracciones en Santa Margarita al metro ligero

VIVIR A CORUÑA

El metro ligero que casi tiene A Coruña.
El metro ligero que casi tiene A Coruña. CESAR QUIAN

Un rascacielos de 180 metros o un museo de historia en el Castro de Elviña fueron otros proyectos que se quedaron en el cajón

27 oct 2023 . Actualizado a las 11:40 h.

La inauguración del terminal petrolero marítimo de Repsol en el puerto exterior de A Coruña invita a pensar a qué se dedicará el espacio que dejará libre el muelle de San Diego. Uno de los últimos proyectos puestos sobre la mesa contempló la recuperación del río Monelos. Una aspiración que también forma parte de los presupuestos participativos del Concello de A Coruña de este año, pero que podría quedar en el cajón, como tantos otros y los siguientes. 

Casa de los Antepasados

Exposición de las maquetas concursantes para hacer la Casa de los Antepasados. Año 2009.
Exposición de las maquetas concursantes para hacer la Casa de los Antepasados. Año 2009. No disponible

Precisamente, otra de las iniciativas del los presupuestos tiene que ver con potenciar, rehabilitar y modernizar el histórico Castro de Elviña. Una idea que ya se tenía en mente en el año 2001, con la creación de la Casa de los Antepasados, un museo interactivo de la ciudad que se iba a levantar junto al yacimiento castreño. 

El trabajo preveía un parque arqueológico de 664.090 metros cuadrados de extensión con un edificio, que acogiera a los visitantes y los condujera por la historia de la ciudad. Fue el arquitecto Gallego Jorreto el que planteó en el 2004 una estructura semienterrada, pensada en hormigón, piedra y vidrio, que se confundiera con la hierba y cuya cubierta ejerciera de plaza con privilegiadas vistas. En definitiva, se ideó como un «gran teatro-sótano» de recreación virtual de la historia.

Un parque de atracciones para Santa Margarita

Los antiguos molinos del parque de Santa Margarita. Año 1946.
Los antiguos molinos del parque de Santa Margarita. Año 1946. ALBERTO MARTI VILLARDEFRANCOS

Todo comenzó un 10 de enero de 1970, cuando Juan Botas Sánchez, consejero delegado del Parque de Atracciones de Madrid, visitó la ciudad para hablar sobre la posibilidad de crear uno en el monte de Santa Margarita. En ese momento, el alcalde de la ciudad era José Pérez Ardá, que entregó a Botas los planos del recinto para su valoración. Sin embargo, el empresario dijo en la rueda de prensa el mismo día de la vista que el parque lo podrían montar en cinco o seis meses. Una diligencia que el regidor zanjó, pues su prioridad era que se terminase un área verde. 

El conglomerado de atracciones nunca vio la luz, así que la creación del parque siguió su curso. Lo cierto es que esa es una idea que comienza a vislumbrarse en el año 1929, cuando el Ayuntamiento coruñés adquiere los terrenos de la zona. Y a materializarse en el 1948, cuando el arquitecto Juan González Cebrián presenta un ambicioso proyecto. En ese momento el alcalde era Alfonso Molina Brandao.

El rascacielos de As Percebeiras

El proyecto de As Percebeiras en Labañou (A Coruña) incluía a principios de siglo una torre de 47 pisos y 180 metros de altura.
El proyecto de As Percebeiras en Labañou (A Coruña) incluía a principios de siglo una torre de 47 pisos y 180 metros de altura.

La intención de construir un gran rascacielos en a As Percebeiras fue de Francisco Vázquez. Fue en 2002 cuando se anunció un edificio de 180 metros de altura para esa zona. El complejo esperaba albergar a unos 2.000 vecinos y, gracias a su verticalidad, dejarían espacio libre en su entorno. Sin embargo, el edificio nunca llegó a ser una realidad. Y, además, hoy en día no hay nada construido. La constructora Metrovacesa está llevando a cabo un proceso participativo con diferentes colectivos del barrio y de la ciudad para conocer sus impresiones sobre el diseño futuro de esta parcela entre la avenida de Labañou y el paseo marítimo.

Otro proyecto que forma parte del pasado es el de las tres torres que se iban a construir en la ronda de Nelle a finales de los 80. José Antonio Franco Taboada, el arquitecto, se quedó con la espina clavada. «Era 1977 y entonces se consideró más progresista estar en contra de ellas. Todavía hoy hay una idea equivocada sobre la verticalidad», contó en una entrevista a La Voz. Lo cierto es que el diseño cumplía con el Plan General de 1967 y fue visado por el Colegio de Arquitectos. Sin embargo, el gobierno local lo suspendió. «Mis clientes pudieron recurrir, posiblemente habrían ganado, pero se rindieron», recordó. Fue así como la fisionomía urbana de la zona es la que se ve hoy. Con tres bloques pegados, menos altos, pero sí con más viviendas y más volumen.

El Palacio del Hielo que nunca vio la luz

EDUARDO PEREZ

Hoy por hoy los amantes del patinaje sobre hielo se tienen que conformar con pistas pequeñas, a compartir con niños y niñas. Sin embargo, hubo una época en la que los coruñeses disfrutaban de una gran superficie en el Coliseum. Una construcción efímera que Paco Vázquez quiso transformar en un Palacio del Hielo en Los Rosales. 

En la idea original no se iba a hacer solo la pista. El compromiso era crear un gran complejo deportivo con piscina similar al de San Diego, pero con el vaso de dimensiones olímpicas, es decir, de 50 metros. Además, la experiencia se iba a contemplar con itinerarios para montar a caballo por el parque de San Pedro.

En el año 2002 todavía coleaba esa promesa que poco a poco se fue apagando. No es que no se hiciera nada, porque no muy lejos de Los Rosales acabó existiendo la Casa del Agua, pero del Palacio del Hielo y de los caballos trotando por el parque de San Pedro nunca más se supo. Ni los équidos ni los patinadores encontraron sitio en la urbe.

El metro ligero de A Coruña

El metro ligero circulando junto a la plaza del Orzán.
El metro ligero circulando junto a la plaza del Orzán. CESAR QUIAN

El 24 de abril de 1999 La Voz recogía la llegada de la primera unidad de metro ligero de Galicia, que inauguró el nuevo tramo de vías, que iba desde el castillo de San Antón hasta el Orzán y que ya utilizaba desde 1997 los tranvías históricos

El recorrido era pequeño pero tenía la intención de crecer. El alcalde por aquel entonces, Paco Vázquez, anunció que en un año la red se iba a ampliar considerablemente, por un lado hacia La Marina y por otro, hasta el polígono de Los Rosales. Además, la intención del proyecto contemplaba la comunicación por tranvía con Arteixo, Culleredo y Oleiros. 

Imagen de archivo del tranvia por el paseo marítimo, en el 2008
Imagen de archivo del tranvia por el paseo marítimo, en el 2008 EDUARDO

Es evidente que la idea no echó raíces. El transporte en tranvía solo se materializó como opción turística hasta el 2011, año en que dejaron de funcionar los vehículos históricos. Las razones de este tranvía interruptus tienen que ver con el elevado coste de construcción y, también, de mantenimiento. En el 2011, la firma Sener presentó un estudio que calculaba que las reparaciones costarían más de dos millones de euros. Al mismo tiempo se discutía el proyecto del metro ligero, que requeriría unos 160 millones. Fue la Xunta la que en el 2012 zanjó el tema: no hay fondos.