Por qué Miguel Bosé siempre vuelve a A Coruña: de los homenajes gastronómicos a cuando su padre tomó la alternativa en la plaza de toros de la ciudad

L. V. G.

VIVIR A CORUÑA

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El cantante cosecha éxitos siempre que ofrece un concierto en la urbe herculina. El próximo 11 de julio regresa al Coliseum

15 dic 2024 . Actualizado a las 10:21 h.

En 1994 Luis Miguel Dominguín regresaba a A Coruña. Hacía tiempo que no se paseaba por estas tierras, y se encargó de advertir que no volvería a retrasar tanto su próximo viaje. Lo dijo ensalzando lo mejor que, al parecer, podía tener una tierra: manjares, féminas y figuras políticas a la altura. «Vendré más a menudo para visitar a la mujer gallega, a los percebes y este alcalde [Francisco Vázquez]». La relación del padre de Miguel Bosé con A Coruña fue especial desde que en 1944 tomase la alternativa en la plaza de toros de A Coruña unos cuantos años antes de que se forjase la leyenda.

El torero estaba llamado a ocupar el trono vacío que había dejado Manolete, y pese que su figura es una leyenda en la historia de España, se le recuerda más por su romance con Ava Gardner y por la prole que trajo al mundo junto a Lucía Dominguín: Juan Lucas (que murió al poco de nacer), Paola, Lucía y Miguel. Este último acabó convirtiéndose en uno de los artistas más aclamados de la historia del pop español, desafiando los límites de la provocación con una estética y unas canciones que han marcado al menos a dos generaciones. 

El cantante volverá a A Coruña el 11 de julio del próximo año, tras un período controvertido más allá de la música que ha dejado titulares que han polarizado a la sociedad: desde su deriva negacionista —del cambio climático, de las vacunas del covid— a sus sonados conflictos con su expareja, Nacho Palau, que acabaron separando a los hijos que tienen en común. La gira Importante Tour evidencia que la mayoría de fans del cantante son capaces de separar al artista de su obra, y con unas entradas que parten de los 55 euros, ya se han vendido numerosas localidades para su cita en el Coliseum.

Esta es una plaza especial para el autor de clásicos como Amante bandido, Morenamía o Los chicos no lloran. En este multiusos grabó el disco GiraDos junto a Ana Torroja, en el que se hace referencia a la urbe herculina en varias ocasiones. Ocurrió en el año 2000, cuando ambos artistas se aferraban a una popularidad que habían conquistado un par de décadas atrás. Aquel 28 de julio vibraron 6.000 personas, el máximo aforo que permitía entonces el Coliseum, con temas como Barco a Venus, Hacer por hacer o Bambú.

M. Moralejo

Aún con el éxito de este cedé dando coletazos, Miguel Bosé volvió a estas tierras para inaugurar las fiestas de María Pita. Francisco Vázquez, ese alcalde al que tanto apreciaba el padre del artista, le encargó la misión de dar el pregón ante una plaza llena hasta la bandera que superó todas las expectativas. Aunque cuando realmente batió récords fue en el 2017. Ese verano Bosé consiguió reunir a 30.000 personas en María Pita, superando la cifra de —precisamente— Mecano en 1989, cuando 25.000 fieles se rindieron a los temazos de Ana y los hermanos Cano.