A Coruña florece y también la reacción al polen: «Con las vacunas muchas personas alérgicas logran estar asintomáticas»

VIVIR A CORUÑA

El Parque de Oza se ha llenado de flores en los últimos días gracias a al dominio anticiclónico.
El Parque de Oza se ha llenado de flores en los últimos días gracias a al dominio anticiclónico. Marcos Miguez

La ciudad se ha llenado de flores durante estos últimos días de sol y este invierno tan lluvioso. Dos condiciones fatales para las personas alérgicas

10 abr 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Después de un invierno especialmente lluvioso y unos días de sol intensos con temperaturas inusualmente altas para esta época del año, la primavera ha llegado con fuerza a la comarca de A Coruña.  Una realidad meteorológica que ha favorecido la floración en la ciudad con la consecuente propagación del polen en suspensión.

Los parques y jardines de A Coruña están ahora en su máximo esplendor. Las intensas lluvias de los últimos meses han impulsado una floración abundante y colorida, que si bien embellece el paisaje urbano y rural, también ha multiplicado los niveles de polen en el aire. Esta situación está generando un incremento en las consultas médicas relacionadas con alergias estacionales.

Joaquín Martín Lázaro, alergólogo del Chuac.
Joaquín Martín Lázaro, alergólogo del Chuac. Cedida.

«Ya estamos viendo los primeros pacientes de la primavera con alergia al polen», explica Joaquín Martín Lázaro, alergólogo del Chuac. Los síntomas más frecuentes, añade, son «rinitis y conjuntivitis, es decir, inflamación de la mucosa nasal y ocular, porque el cuerpo reacciona contra el polen al reconocerlo como algo extraño».

La meteorología reciente ha tenido un papel determinante en este aumento de casos. «La lluvia favorece la multiplicación de las plantas, lo que aumenta los niveles de polen», señala Martín Lázaro. Y a este fenómeno se suma otro factor preocupante: «Con el cambio climático, las estaciones cálidas se alargan, y la contaminación, como las partículas de diésel en suspensión, hace que el polen sea más agresivo».

La comarca de A Coruña, además, no es precisamente un lugar fácil para las personas alérgicas. «Las causas más frecuentes de alergia en la zona son los ácaros del polvo doméstico, que afectan todo el año, y el polen en primavera», explica el alergólogo. Los días soleados y con viento, como los que se están viviendo esta semana, son especialmente complicados: «El polen permanece en suspensión». Entre las especies vegetales más problemáticas, Martín Lázaro destaca «las gramíneas (césped, prados, cunetas), una maleza llamada parietaria judaica y en zonas de interior lo que más afecta es el polen del platanero y del abedul».

Una simple mascarilla puede evitar reacciones alérgicas durante estos días. Por ejemplo, muchas personas notaron una mejoría inesperada en sus síntomas alérgicos durante la pandemia. Por eso, el experto recomienda su uso en ciertos contextos: «Son muy útiles si se va a estar al aire libre en momentos de alta concentración de polen, y hoy en día ya no resulta extraño ver a alguien con mascarilla».

Respecto al tratamiento, aunque los antihistamínicos que se venden en farmacias pueden ser eficaces, lo ideal es contar primero con una evaluación médica. «Lo ideal es acudir al médico de familia para un diagnóstico adecuado», aconseja el médico. En cuanto a los tratamientos más habituales, enumera: «antihistamínicos en pastillas, sprays nasales (con corticoides o antihistamínicos) y colirios. Si hay síntomas de asma, también se recetan inhaladores». Y añade que, una vez estabilizados los síntomas, lo recomendable es «acudir al alergólogo para identificar la causa exacta y valorar la posibilidad de tratamiento con vacunas».

Sobre este remedio, que en el pasado generaban ciertas dudas, Martín Lázaro es claro: «En algunos casos con la vacuna se puede curar completamente la alergia. En la mayoría, al menos se consigue un gran alivio, con primaveras mucho más llevaderas y sin necesidad constante de medicación». De hecho, asegura que «muchas personas logran estar asintomáticas».

Para quienes prefieren no vacunarse, también hay estrategias efectivas de prevención. «Depende de cada persona y de la intensidad de los síntomas», señala. «Lo ideal es tomar antihistamínicos antes de exponerse al alérgeno, por ejemplo, antes de cortar el césped o salir al campo». Además, aclara que «una persona diagnosticada puede tomar antihistamínicos a diario sin problema». En el caso de los sprays nasales con corticoides, sí recomienda «hacer pausas si los síntomas lo permiten».