A Coruña, la ciudad que se encomienda a sus mil bares: «Aunque al principio trabajábamos 16 horas al día, este negocio merece la pena»
VIVIR A CORUÑA
La ciudad tiene más de 1.500 negocios de hostelería. Se han quedado negocios por el camino, pero aún es un sector que genera interés entre los emprendedores
22 jul 2025 . Actualizado a las 11:54 h.Las inmobiliarias de la ciudad advirtieron hace unas semanas de una tendencia que es, literalmente, la antítesis de lo que ocurre con la vivienda: los bajos comerciales tardan alrededor de un año en alquilarse por la falta de interés en los oficios. Hay una excepción a esta norma: la hostelería. Según los datos municipales más actualizados, la ciudad cuenta con un total de 1.585 negocios dedicados a la hostelería, de los que 1.169 son bares y cafeterías. Esto quiere decir que A Coruña tiene un bar por cada 160 habitantes, una proporción mayor a la ratio nacional —un establecimiento por cada 177 ciudadanos—.
Lo cierto es que aunque esta es una urbe plagada de locales donde tomar un café y una caña, A Coruña ha ido perdiendo bares por el camino. De hecho, en la actualidad hay un 18 % menos de establecimientos que hace diez años.
Entre los que se han lanzado a este mercado se encuentra Uxío Marcos que, junto a su socio Luis León, abrió hace tres meses un local basado en la tendencia que pega más fuerte en el mundo de los desayunos: el bol de açai. A estos emprendedores les está yendo tan bien con Vibra, su cafetería de San Andrés, que ya tienen en mente abrir otra próximamente. La clave para estar saliendo airosos de un mundo que desconocían, el de la hostelería, se basa en «jugártela y tener claro que, al principio, hay que echar muchas horas; es más, las primeras semanas trabajábamos 16 horas al día y aún así nos costaba gestionar la afluencia de gente. Esto para nosotros fue lo más complicado, pero mereció la pena», cuenta Uxío.
Sin miedo a lo que el futuro pueda depararles, este hostelero es consciente de que con el açai —que es la baya de una fruta originaria de Brasil con grandes propiedades antioxidantes—, ahora tienen las de ganar porque es el único local especializado en este producto y, para los jóvenes, se ha convertido en una auténtica revolución. «No tiene por qué ser una cosa efímera, el açai es nuestro hilo conductor y creo que podremos vivir de él mundo tiempo», finaliza.
De pasarse media vida entre vasos, azucarillos y barriles de cerveza sabe mucho Manuel Villaverde. Lleva doce años al frente del Golden2, una cafetería especializada en platos combinados que es todo un emblema en el Agra do Orzán. «Mi padre empezó con este local hace 27 años. Desde entonces, he visto de todo. Sobre todo he aprendido que, para ganar, a veces hay que perder». Este empresario hace referencia al precio de sus menús, que pese al encarecimiento de la vida, mantiene a 10,50 euros. «Entiendo que haya muchas aperturas y cierres en este sector porque la gente se mete en estos negocios sin tener ni idea de hostelería, y no es sencillo. Además, la gente quiere ganar mucho dinero y es complicado. Yo veo bares que tenían los menús del día al mismo precio que yo y ahora los tienen a 14 euros y no les entra nadie. Para mí es clave ganar en volumen aunque pierda por otro lado, porque así me garantizo la afluencia de los clientes».
Respecto al problema de la falta de mano de obra, un problema recurrente cuando se habla del terreno de la hostelería, explica: «Muchos trabajadores tienen miedo a trabajar en un bar o un restaurante porque piensan que sigue habiendo horarios imposibles, pero en casi todos los negocios nos hemos adaptado a los nuevos tiempos», concluye Villaverde.
Héctor Cañete es el presidente de los hosteleros de A Coruña, y es muy claro respecto a su percepción del sector: «Parece que todo el rato se están abriendo bares porque las aperturas son muy vistosas, pero hay que tener en cuenta que siempre son en la zona centro. En el cómputo general se están perdiendo locales. No eh A Coruña o en Galicia, sino en España: en diez años el país ha pasado de tener 300.0000 bares a 250.000». Este profesional insiste en que las cafeterías de barrio, siguiendo la senda de lo comentado en las primeras líneas, no tienen quien las quiera, «y se están perdiendo muchos negocios». Además, puntualiza, en general los bares «han visto como la rentabilidad cae en picado por la subida de la materia prima, de los salarios y de todo tipo de cuotas», subraya.