El mundo de la cultura ha llenado el patio de butacas del Teatro Español ha homenajeado al actor con un largo aplauso.
23 nov 2007 . Actualizado a las 01:17 h.El mundo de la cultura llenó la platea este jueves en la última función de Fernando Fernán Gómez. Fue un acto emocionante, nada solemne, el que se celebró en el teatro Español de Madrid, por el que pasaron durante toda la jornada decenas de familiares, compañeros y amigos, y un sinfín de admiradores que no quisieron faltar a su última cita con el gran cómico. Hubo dolor y lágrimas, pero también poemas y tangos.
El teatro Español, donde Fernán Gómez estrenó 'Las bicicletas son para el verano' y cuyas tablas pisó por última vez en 1992 en un espectáculo dirigido por Mario Gas, acogió hoy su despedida, cumpliéndose así un deseo del polifacético creador. Fue un acto diferente a los velatorios tradicionales, con altas dosis de improvisación y popular en el mejor sentido de la palabra. Allí actuó como maestra de ceremonias a su viuda, Emma Cohen, en todo momento arropada por sus íntimos amigos Manuel Alexandre, Alvaro de Luna y Enrique Brasso; así como los dos hijos que Fernán Gómez tuvo con María Dolores Pradera, Helena y Fernando.
Directores, actores, escritores, políticos y ciudadanos de a pie de todas las edades y condición desfilaron por el escenario, negro y rojo, en cuyo centro se colocó el féretro rodeado por una bandera anarquista sobre la que estaba la medalla de la Real Academia Española, insignia que quedó cubierta por las numerosas rosas rojas que depositaron sus admiradores. Hubo tantas coronas que el personal del teatro tuvo que colocarlas en los palcos. Una de las más llamativas fue de la familia Bardem y también la enviada por Melanie y Antonio Banderas, sobre la que rezaba 'Adiós, compañero'.
Exhibición de generosidad
Respeto y cariño ante el ataúd cerrado con los restos mortales de Fernán Gómez, que el viernes será incinerado en el cementerio de La Almudena. Desde las once de la mañana, hora en que el teatro abrió sus puertas, fue incesante el goteo de gente, tanto que en ningún momento se quedó vacío el patio de butacas y mucho menos el escenario, presidido por una gran fotografía de un Fernando Fernán Gómez maduro sentado en una terraza, leyendo un periódico y mirando a una paloma que se posa en la mesa mientras apura un campari. La imagen, tomada por Emma Cohen en Roma, se alternaba con unas escenas de volutas de humo en blanco y negro. Y todo a ritmo de tangos de Gardel y Morente. Su canción favorita era 'Caminito', y le gustaba tanto que Enrique Morente versionó el tema para la película documental 'La silla de Fernando'.
Los académicos José Manuel Blecua y Víctor García de la Concha, Natalia Figueroa y Raphael, Juan Diego Botto, Aitana Sánchez Gijón -inconsolables los dos-, Pedro Olea, José Luis Borau -definió de «desastre» su desaparición- Carmen Alborch, Enrique Cornejo, Paco Algora, José Luis López Vázquez, Tristán Ulloa, Micky Molina y el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, que anunció que el Centro Cultural de la Villa de Madrid pasaría a llamarse Teatro Fernán Gómez, fueron de los más madrugadores. También fue de las primeras en hacer cola Pilar Bardem, que, con lágrimas en los ojos, dijo que había tenido la suerte de criarse con él. «Tengo 68 años y le conocía desde hace sesenta. Se me ha muerto Dios», manifestó.
Uno de los momentos más emotivos lo protagonizó el nonagenario Manuel Alexandre, que conocía a Fernán Gómez, de quien además de gran amigo era incondicional admirador, desde antes de la guerra.
El popular actor se fundió en un cálido abrazo con Cohen. La que fue su compañera durante treinta y cinco años llamó al popular actor «mi niño» y le invitó a sentarse en una de las sillas colocadas en el escenario.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, que propondrá que uno de los institutos lleve el nombre del protagonista de 'El espíritu de la colmena'; Rosa María Mateo; María José Cantudo; Gonzalo Súarez; Elvira Lindo y Antonio Muñoz Molina; Massiel, Santiago Ramos; Loles León; Marisa Paredes; Carmen Calvo; Carmen Chacón; Elena Salgado; Javier Rojo; Fernando Moraleda; Gerardo Vera; Carlos Larrañaga; Julieta Serrano; César Antonio Molina; Tina Sainz; Alfredo Amestoy; y Gerardo Vera, entre otros muchos, también dijeron adiós a este «referente» cultural.
Muy afectado, Álvaro de Luna, uno de sus más íntimos, confesó que no se esperaba el desenlace y recordaba que tan sólo hace veinte días le leyó uno de sus versos. De Luna, que junto a Manuel Alexandre iba a su casa casi todas las semanas, destacó «su coherencia y dignidad, no sólo como artista, también como ciudadano -fue el que leyó el manifiesto en la multitudinaria manifestación del 'No a la guerra'-».
Álvaro de Luna rememoró que lo primero que escribió Fernán Gómez fueron versos. «El nace a la literatura en el Café Gijón, en una tertulia que tenía como abad a José García Nieto», apuntó el conocido actor, para que lo que ocurrió este jueves en El Español era «una exhibición de generosidad a una persona que nos ha dejado tanto».