Haneke regresa en Cannes al blanco y negro y Raimi al género de terror

Boquerini

CULTURA

22 may 2009 . Actualizado a las 02:04 h.

El escritor y cineasta austríaco Michael Haneke ha entrado en la competición de la 62.ª edición del Festival Cannes con La cinta blanca (The White Ribbon), rodada en blanco y negro y con protagonismo de Christian Friedel, Leonie Benesch, Ulrich Tukur y Ursina Lardi.

El filme, aplaudido sin mucho entusiasmo, se ha situado igualmente entre los favoritos y narra unos sucesos en una aldea alemana antes de la Primera Guerra Mundial. Haneke afirmó sobre el uso del blanco y negro que «las imágenes que quedan de esa época son fotografías y películas en blanco y negro».

La segunda película a concurso fue la francesa A l'origine (En el comienzo), de Xavier Giannoli, el director de Chanson d'amour. Se trata de un producto comercial, bien rodado y estupendamente interpretado por François Cluzet y Emmanuelle Devos al frente de un reparto en el que también aparece Gérard Depardieu como secundario. El filme narra una historia real: cómo un estafador de poca monta se hace pasar por jefe de una obra al salir de la cárcel.

Sam Raimi, director de las tres películas de Spiderman, ha vuelto al género del terror con Drag me to hell (Arrástrame al infierno). El filme ha resultado simpático, pero no imprescindible, ya que, aunque Raimi maneja bien el género, no llega al nivel de otras suyas como Posesión infernal o Terroríficamente muertos.

Por otra parte, la actriz francesa Fanny Ardant se estrenó hoy como directora de cine en el Festival de Cannes, donde mostró fuera de concurso su primer largometraje, Cendres et sang (Cenizas y sangre).