«La cinta blanca», rodada en blanco y negro en un pueblo de Alemania, retrata la Europa anterior a Hitler
25 may 2009 . Actualizado a las 02:44 h.La película del escritor y cineasta austríaco Michael Haneke Das Weisse Band (El lazo blanco), ha obtenido ayer la Palma de Oro del 62 Festival de Cine de Cannes. El jurado, presidido por la actriz Isabelle Huppert (que fue protagonista del filme de Haneke La pianista), premió además al actor alemán Christoph Waltz y a la francesa Charlotte Gainsbourg por sus trabajos en Malditos bastardos, de Quentin Tarantino, y Anticristo, de Lars von Trier, respectivamente. El jurado concedió un premio excepcional por su trayectoria al realizador francés de 86 años Alain Resnais, que concursaba con Les herbes folles. La gran favorita, la francesa Un profeta, de Jacques Audiard, se llevó el Gran Premio del Festival.
Fracaso español
En un certamen en el que el cine español, representado por Pedro Almodóvar e Isabel Coixet en largometrajes y Alex Brendemhul en cortos, se va de vacío. El jurado ha premiado como mejor director al filipino Brillante Mendoza por Kinatay, decisión que fue abucheada en la sala de prensa. El jurado ha ignorado Looking for Eric, del británico Ken Loach, que estaba en todas las quinielas.
La película de Haneke, rodada en blanco y negro en un pueblo del norte de Alemania, no posee las habituales imágenes impactantes de este director. Es una mirada a la Europa anterior a la Primera Guerra Mundial, en la que, a través de la historia de un grupo de niños, ya se adivinan los totalitarismos que estaban por venir. Como en toda la obra de este escritor y cineasta austríaco, esta película es un cuento moral sobre el peligro de las ideas totalitarias, pero además posee un tono costumbrista de una época y una forma de vida.
El profeta, Gran Premio del festival, cuenta la historia de un pequeño delincuente condenado a seis años de cárcel, que, aunque no sabe ni leer, saldrá de la prisión convertido en un jefe de la mafia. Una historia carcelaria, dura y fascinante.