Travolta no consigue salir de su encierro ni con el estreno de su nueva película «The Taking of Pelham 1 2 3»

Copilsa

CULTURA

Cinco meses después de la muerte de su hijo Jett, el actor agradece el apoyo de sus compañeros de reparto.

10 jun 2009 . Actualizado a las 00:47 h.

Los carteles de la que está llamada a ser la película de acción del verano empapelan estos días el metro de Nueva York. The Taking of Pelham 1 2 3 (aún no se ha decidido su título en español) trata ni más ni menos que del espectacular secuestro de un convoy del subterráneo neoyorquino por una banda de criminales dirigida por el John Travolta más malvado que haya generado la gran pantalla. El rostro del actor, endurecido con bigote, perilla y gafas de sol, constituye el gran reclamo de esta superproducción de Hollywood que se estrena en los cines de Estados Unidos este fin de semana.

Tanto derroche de adrenalina, que acelera el corazón de principio al fin, llega en un momento en el que la vida personal del protagonista de Grease sigue encallada en su residencia de Florida, cinco meses después de que perdiera a su hijo Jett, de 16 años, en un trágico accidente ocurrido durante unas vacaciones en las Bahamas. Sin fuerzas para acometer la intensa promoción del filme, Travolta no ha dudado en agradecer a sus compañeros de reparto y al director de la película, Tony Scott, por reemplazarlo en los compromisos y acompañarlo en su dolor. «Tony Scott, Denzel Washington, Luis Guzmán y John Turturro se alinearon sin dudar para promocionar esta maravillosa película, y sus esfuerzos han permitido que mi familia tenga más tiempo para reconciliarse con esta terrible pérdida», ha escrito Travolta, de 55 años, en su página web.

Hace unos días, su amigo y compañero de reparto Denzel Washington, reveló que John y su mujer, Kelly Preston, por fin estaban saliendo del agujero negro en que los sumió el dolor. «Es un proceso lento», dijo Washington. «Él está intentando sobrellevarlo, pero es una situación muy dura. Es un actor maravilloso y una persona aún más grande. Hemos hablado mucho y está tan bien como puede esperarse».

Jett era el primogénito y sufría una rara enfermedad conocida como síndrome de Kawasaki, que puede causar la muerte súbita, sobre todo en chicos de corta edad. Desde la desaparición de su hijo, los Travolta han protegido su intimidad a cal y canto. En las últimas semanas, sin embargo, parece que han encontrado por fin el toque de ilusión que necesitaba para mitigar el sufrimiento: la adopción.

La idea no habría partido ni de John ni de su mujer, sino de su hija Ella Bleu, quien con tan sólo 9 años sugirió a sus padres que adoptasen, y éstos no lo dudaron. «Esto hará que Jett esté feliz porque de esta manera papá y mamá vuelvan a sonreír», llegó a decir la niña. A los actores les gustaría adoptar un niño de la misma edad que Ella.