Al problema financiero, los productores gallegos añaden el miedo a un aumento del desempleo. Porque cada largometraje puede suponer dar trabajo por un período de tres a cinco meses de media a una cifra entre 150 y 300 personas entre técnicos, actores, guionistas.... Unas cifras menores, si se habla de cortos o documentales. «En suma, serán miles de puestos de trabajo en Galicia en el 2010», alerta Jorge Algora, vicepresidente de Aega.
Desde la productora Continental, Pancho Casal ha señalado que, en su caso, el parón de la orden ya ha supuesto retrasar la contratación de trabajadores, -«un centenar»-, para un telefilme.
Quien también tiene proyectos hipotecados es el director Ángel de la Cruz, que ya tiene concedida una ayuda a la amortización de su película Los muertos van deprisa , por el éxito alcanzado en taquilla, pero que aún no sabe cuando cobrará. «Son 627.000 euros», comenta el cineasta, que explica que ese capital ya estaba destinado a financiar próximos proyectos y a cubrir el crédito que necesitó para la película. «Tenía calculados los intereses que iba a pagar, pero ahora tardaré más y no sé cuánto y no por culpa mía», advierte.
Otro ejemplo de los productores afectados es el de Adivina Films, que quería iniciar el rodaje de su largometraje Inevitable , en el 2010 pero sabiendo que puede tener una ayuda. «Si preparas ahora todo el proyecto con lo que exige la norma y luego la UE lo echa abajo igual no puedes optar a esta ayuda y eso sería terrible económicamente», explican desde la productora.