El cómico Joaquín Reyes irrumpe en la novela gráfica con «Ellos mismos»

m. l. Colpisa / madrid

CULTURA

24 feb 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Joaquín Reyes es un cómico muy serio. Lleva años logrando que nos partamos de risa con sus desternillantes parodias de celebrities. Lo mismo es Gadafi, que Alaska, Michael Jackson que Condoleezza Rice, Madonna, Björk, Monserrat Caballé, Pérez Reverte o Sánchez Dragó. «Tengo una jeta fenomenal; he recreado a todos estos personajes sin cambiar jamás la voz ni el acento», dice muy, pero que muy serio, este histrión manchego de pura cepa (Albacete, 1974) cuya primera y verdadera vocación fue la de dibujante. «La de pintamonas es mi vocación más auténtica. Empecé a dibujar en la escuela y no he parado. Es lo que más me gusta en el mundo», dice Reyes, ilustrador profesional además de cómico, que irrumpe con fuerza en el mundo de la novela gráfica.

Reúne en Ellos mismos (Mondadori, Reservoir Books) las tiras en las que recrea y amplía el centenar largo de personajes que parodió en la tele «siempre con palo y zanahoria, nunca de forma despiadada».

Admirador de Mortadelo

Licenciado en Bellas Artes, diseñador de libros para jóvenes, historietista y codirector de cartun.com, Reyes es un rendido admirador de Mortadelo. «Si la caracterización es buena, tienes medio camino hecho, y cuanto más me disfrazo, mas cómodo me encuentro», reconoce este mago del absurdo y el maquillaje cuyo imaginario se conformó también con Tintín y Astérix. «Adoro la línea clara», dice el dibujante y actor precoz, que introdujo el cómic en La hora chanante y Muchachada nui y que se mira hoy en el trabajo de maestros estadounidenses como Robert Crumb.

Consumidor «compulsivo» de cómics y profesional de la comedia, no está Reyes, «ni mucho menos, harto de la tele», aunque en su horizonte está el cine. «A la tele primero, y a Internet luego se lo debemos todo, en especial la libertad creadora», reconoce el humorista.