«La confianza del Liceo ha sido un premio al esfuerzo de estos años»

césar wonenburger A CORUÑA

CULTURA

El cantante gallego hace doblete en Barcelona antes del cierre de la sala

12 feb 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

El barítono coruñés Borja Quiza se convertirá estos días en el único cantante gallego en actuar dos veces durante la misma temporada del Liceo de Barcelona. Allí acaba de interpretar el conde de Las bodas de Figaro, de Mozart, con puesta en escena de Lluís Pasqual, y a finales de mes repetirá en el histórico escenario con La Bohème, de Puccini, un título con el que ya se había presentado en el 2007 en el Festival de Ópera de A Coruña. Además, le aguardan nuevos compromisos en La Fenice de Venecia (El barbero de Sevilla) y en el Teatro Ander Wien de Viena (La Calisto).

-¿Qué supone para un cantante joven, en el despegue de su carrera, cantar dos títulos en la misma temporada del Liceo?

-El Liceo es el teatro español con más relevancia dentro de la historia de la ópera y uno de los más importantes del mundo. El hecho de que hayan confiado en mí para hacer dos papeles tan interesantes y difíciles supone un gran reconocimiento. No me obsesiono con cantar en un teatro o en otro, pero no puedo negar que tras tanto estudio y esfuerzo en estos primeros años de recorrido artístico estos contratos han sido un grandísimo premio.

-La otra gran intérprete gallega que cantó en el Liceo, Ángeles Gulín, fue en su día una artista muy admirada allí. ¿Aspira usted a hacerse un hueco también entre la exigente afición liceísta?

-Ojalá lo consiga. Ángeles Gulín fue una grandísima cantante y su hija, Ángeles Blancas, es también una asidua de este teatro hoy. Yo, como digo siempre, espero seguir siendo fiel a mi criterio y seguir haciendo las cosas bien para continuar cantando a un gran nivel y poder así cumplir durante muchos años con las exigencias de este teatro y de su afición.

-¿Cómo ha sido el reencuentro con Lluís Pasqual, con el que usted ya había colaborado en una premiada producción de «La viejecita»?

-Ha sido maravilloso. Tenemos una relación profesional inmejorable, a él parece encantarle trabajar conmigo y a mí ponerme a sus órdenes. En estos tiempos, cualquiera puede ser director de escena, basta tener ideas descabelladas y un buen presupuesto. En cambio, Lluís es una de las personas que realmente aportan dignidad a su profesión y sin ganas de salir en la foto. Un artista con gran talento, muy trabajador y muy exigente, que sabe perfectamente lo que quiere.

-¿Qué ambiente se respira estos día en el Liceo tras el anuncio de que este año reducirán algunas de sus producciones por la crisis y se producirá incluso un cierre temporal de la sala?

-Desolador. Precisamente el primer cierre del teatro se producirá después de la última función de La Bohème. Lo más triste es que los trabajadores del teatro suponen que esto es solo el principio.

-Pero los patrocinios en el caso del Teatro Real de Madrid han seguido creciendo mientras los del Liceo Barcelona descendían. ¿Vamos hacia una nueva recentralización de la actividad cultural? ¿Habrá que volver a los tiempos en que era necesario viajar a Madrid para ver espectáculos de calidad?

-Espero que no. El problema en los últimos años es que los programadores han experimentado demasiado sin tener en cuenta los gustos del público al que se dirigían. El modo de gestión de los teatros tiene que cambiar. Hay que programar con más sentido común, aprovechar las producciones propias y reutilizarlas, coproducir para abaratar costes, utilizar más la cantera de cantantes nacionales... La ley de mecenazgo también era necesaria, pero los resultados no los notaremos a corto plazo. No creo que ninguna temporada ni festival de ópera deba desaparecer, todo el mundo debe tener acceso a la lírica.

-Usted fue una de las últimas personas en actuar en el Colón de A Coruña, en su caso junto a la soprano Ainhoa Arteta. ¿Qué opina del cierre de este teatro?

-Me parece una gran pérdida para la vida cultural de la ciudad. Tenía una amplia programación muy variada, además de ser un teatro histórico con renombre entre los artistas.

-Este año debía grabar un cedé en Galicia, ¿se mantiene en pie este proyecto?

-Es cierto. Hacía más de un año que estábamos forjando este proyecto y teníamos todo el apoyo de la Consellería de Cultura, pero al desaparecer esta nos hemos quedado colgados con fechas de grabación reservadas y todo preparado.

-¿Qué otros debuts importantes le aguardan en este y los próximos años?

-El año próximo cantaré El barbero de Sevilla en La Fenice de Venecia y voy a debutar en el Teatro An der Wien de Viena cantando La Calisto de Cavalli con Les Talens Lyriques que dirige Christoph Rousset. Además debutaré en el Teatro de la Zarzuela de Madrid y volveré al Liceo con Così fan Tutte.