Inocente. Este es el veredicto que los vecinos de la parroquia de Noalla, en Sanxenxo, otorgan al ladrón confeso del Códice Calixtino. Las andanzas de la clase política que han salido estos días a la luz han logrado que los residentes de este entorno, donde Manuel Fernández Castiñeiras tiene un ático, lo eximan de toda responsabilidad por lo que hizo. «Outros que teñen traxe rouban e non lles pasa nada», sentencia una vecina.
Nadie lo ha visto, pero Fernández Castiñeiras podría estar escondido en su ático de Noalla, ubicado a escasos metros de la playa de A Lanzada. «Eu non o vin, pero na súa casa hai xente», explica un residente. «Ayer por la noche había luz, así que alguien hay», ratifica otro. El ladrón confeso del Códice Calixtino no se ha dejado ver todavía. «Y seguro que no saldrá en una temporada», afirman sus vecinos.
Todos lo recuerdan como un hombre campechano, «coma un bo veciño». Venía todos los viernes a pasar el fin de semana y se quedaba hasta el lunes. Nunca hacía ostentación del mucho dinero que tenía. «Un dos últimos días que o vin estaba falando de que se lle estropeara o coche, e parecía preocupado, coma se non puidera cambialo», afirma un vecino. Y recuerda, como único episodio de ostentación, que un día quiso comprarle unos camarones. «E me dixo ?pide o que queiras por eles?», apunta.
En cuanto a si Fernández Castiñeiras debería ingresar en prisión, la respuesta es unánime en Noalla: No. «O xenro do Rei, ese si que debería ir ao cárcere», afirma una vecina. «Había que facerlle un monumento. Se deixara o libro onde estaba...», añade otro. «El aquí nunca se meteu con ninguén», confirma un tercero. «Un hombre mayor... que lo dejen estar con su familia», piden. Y es que, la cárcel, debería ser para los que «rouban ao Estado», concluyen.