Un cartel de lujo abre hoy la 63.ª edición de la Berlinale

José Luis Losa BERLÍN

CULTURA

Un trabajador limpia la alfombra roja de la Berlinale.
Un trabajador limpia la alfombra roja de la Berlinale. odd andersen < / span>afp< / span>

El cita cinéfila parece decidida a ocupar el segundo lugar de los festivales, con una nómina de competidores habituales de Cannes o de Venecia

07 feb 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

La 63.ª edicion de la Berlinale parece decidida a disputarle a Venecia el segundo lugar que el festival italiano ha ocupado en los últimos años. El aspecto del cartel de Berlín, a priori, indica que el Oso de Oro va a contar con una nómina de competidores imponente, mordiendo tanto de Cannes como de Venecia. Autores con mayúscula, como Gus Van Sant o Bruno Dumont, que solían lucirse en Cannes y que parecen rebelarse este año contra la prepotencia del coloso francés dándose el bote al Zoo Palast berlinés. Dumont dirigiendo a Juliette Binoche en Camille Claudel 1915 y Van Sant a Matt Damon en Promise land. Binoche tendrá enfrente a las otras dos divas del cine francés, Catherine Deneuve, protagonista de Elle s'en va, e Isabelle Huppert de La Religieuse.

Cine norteamericano muy esperado como el Side effects, de Steven Soderbergh, con Jude Law, Rooney Mara y Catherine Zeta Jones o Before Midnight, el final del tríptico romántico de Richard Linklater con la pareja Etan Hawkes-Julie Delpy.

Ulrich Seidl cierra trilogía

También cierra aquí trilogía, pero esta nada idílica, el austríaco y gran provocador Ulrich Seidl con su Paradise: Hope. Y un doble desembarco asiático dispara hacia la línea de flotación de Cannes, el de Won-Kar-Wai, que inaugura hoy el festival con su filme de artes marciales The Grandmaster, una apertura de órdago, y Hong Sansoo, el coreano que cambia de tercio con La hija de nadie. Desde Irán llega Pardé , del cineasta preso del régimen Jafar Panahi, icono de la defensa de la libertad cívica y creativa.

Sumen a eso las nuevas películas de Tornatore, Loach, Winterbottom o Jane Campion, presentadas fuera de concurso, y lo que resulta es un Berlín que se despereza. También está Isabel Coixet, pero a la realizadora catalana, siempre envuelta en ataques de intensidad, la han rebajado de categoría. Después del sonado fiasco internacional de su sushi-film japonés, Coixet juega aquí en la segunda división, la sección Panorama, con un título, Ayer no termina nunca, que mete bronca. Para qué mentirles. De Coixet contaremos lo bueno y, también, lo intenso.