Dos libros descubren la faceta de Stevenson como agudo ensayista

Xesús Fraga
Xesús Fraga REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

Se publican «Apología de los ociosos», «Escribir» y una antología poética

07 ene 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Hay autores cuyo nombre ha quedado ligado de forma indeleble a una obra magistral, ocultando la notable calidad de otros títulos de su bibliografía. En el caso del escocés Robert Louis Stevenson (1850-1894), quienes hayan disfrutado de La isla del tesoro seguramente también devorarán El extraño caso del doctor Jeckill y el señor Hyde, pero harían mal en no abrir La flecha negra, Secuestrado o El diablo en la botella, todas ellas historias de fantasía y aventuras contadas con firme pulso narrativo.

Pero Stevenson cultivó además la poesía, la literatura de viajes y el ensayo, faceta esta que última aporta novedades, con la aparición de sendos volúmenes, Apología de los ociosos y Escribir. Ensayos sobre literatura. El primero de los títulos, traducido por María Fe González Fernández para el sello gallego Trifolium, se adelanta en varias décadas a los conocimientos inútiles que reivindicaría Bertrand Russell en 1932 en su Elogio de la ociosidad, y que tanto cautivaría a Álvaro Cunqueiro, entre muchos lectores. Stevenson propone en la segunda mitad del siglo XIX una conexión que entronca el ocio con la felicidad, un concepto, en aquel tiempo, «revolucionario», como explica la presentación preparada por la editorial gallega. «Para Stevenson, la ociosidad, que no consiste en no hacer nada, sino en hacer muchas cosas no reconocidas en los dogmáticos formularios de la clase dirigente, tiene tanto derecho a mantener su lugar con la misma laboriosidad. Y goza de un camino inexcusable: el que discurre por caminos poco frecuentados, que la llevarán hasta la consolidación del sentido común».

El oficio de escribir

Por su parte, Páginas de Espuma inicia con las páginas que el escocés dedicó a reflexionar sobre el oficio de escribir, así como la literatura en general y la de algunos escritores en concreto, una serie dedicada al ensayismo de Stevenson. Escribir. Ensayos sobre literatura, traducido por Amelia Pérez de Villar, reúne casi medio millar de páginas sobre una actividad que el escritor desempeñaba con esa naturalidad que transmite la aparente sencillez de sus obras. Así, alejado de las convenciones más académicas, Stevenson desgrana las lecturas que más le marcaron, rememora con humor sus comienzos como autor y ofrece valiosos consejos sobre cuestiones relacionadas con la narración. Por sus páginas desfilan también sus lecturas y opiniones de autores como Poe, Henry James, Verne, Zola, Victor Hugo, Walter Scott o Whitman, entre otros. Especialmente interesante es su defensa de la fantasía y el derecho a no sentirse aprisionado en las estrechas convenciones que imponía el realismo. Una valiosa lección para escritores o simplemente para disfrutar de su prosa.

Estos dos volúmenes se suman a otro que apareció en los primeros meses del 2013, La vuelta del mar, una antología de sesenta poemas traducidos por el escritor Javier Marías y publicada originariamente en 1980, reeditada ahora en su propio sello, Reino de Redonda, con prólogo de Luis Antonio de Villena.