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Se conforma con volar a media altura, con una discutible estructura a lo montaña rusa, pero también ofrece secuencias magnéticas y momentos sublimes
24 feb 2016 . Actualizado a las 17:46 h.La propia Joy Mangano está entre los productores, con lo cual, descartada la hagiografía porque la señora no es una santa, ni tampoco un icono carismático más allá de su país; ya sabemos que no apostarán por sacarla en pantalla retorcida, malsana y con vicios privados. De ahí que David O. Russell y su coguionista Annie Mumolo optaron por la alternativa de servirnos una comedia satírica con matizado barniz estilo Coen y un toque de color a lo Capra, que, al mismo tiempo, diera un meneo simpático al zurrado mito del sueño americano y su eslogan principal, grabado a fuego en sus genes: self made man. Naturalmente, con la complicidad de Mangano, vestida con honesta convicción de gran actriz por Jennifer Lawrence, ahora mismo con 25 abriles y un Óscar logrado en el 2012 por El lado bueno de las cosas, también del propio Russell. Está entre lo mejor de su generación, lo cual no impide recomendarle mudar de agente, pues cuesta verla en desechables maisntream como las franquicias Los juegos del hambre y la revitalizada X-Men, cuando lo suyo son cumbres mayores.
La película se conforma con volar a media altura, con una discutible estructura a lo montaña rusa, pero también ofrece secuencias magnéticas y momentos sublimes, junto a otras en que el director se echa una siesta, quizá porque sabe que ya tiene al público en el bote. Dejas la sala con una sonrisa pero solo recordarás a la señora Mangano, aquella divorciada de Long Island con hijos a su cargo y una abuela que fue su primera fan, y actualmente consolidada reina de la teletienda a partir de su primer invento: una fregona chula. Y es que todo es posible en el país de Walt Disney y Donald Trump... Que no haya redondeado la faena a niveles de excelencia tampoco desacredita a Russell (The Fighter y La gran estafa americana, entre otras), ni mucho menos. Una vez más se ratifica como eficiente director de actores, sobre todo actrices, aquí, junto a una notable Lawrence, la veterana Diane Ladd y una divertidísima Virginia Madsen.