Ámsterdam presenta un «nuevo» Rembrandt, pintado por un ordenador

Xesús Fraga
x. fraga REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

ROBIN VAN LONKHUIJSEN | Afp

El cuadro, que es el resultado del análisis detallado de la obra del artista, se reprodujo mediante una impresora 3D

06 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La galería de arte Looiersgracht 60 de Ámsterdam presentó ayer un cuadro que al primer vistazo podría tomarse por el descubrimiento de una obra perdida de un gran maestro: Rembrandt. En realidad, ni se podía datar en el siglo XVII ni era del genio barroco, sino que se trata de una obra generada por ordenador. Pero, al mismo tiempo, hay algo en ella que la conecta directamente con el pintor: el intento de aprehender y reproducir su irrepetible maestría.

El «nuevo» Rembrandt es el resultado del análisis detallado de la obra del artista. Durante 18 meses se sometió a un escrutinio minucioso un total de 346 piezas. Se recopiló todo tipo de información: pigmentos, tonalidades, las características de los retratados, con su fisonomía, vestuario, expresividad o la disposición y relación de los volúmenes en el lienzo. Con los datos se procedió a la segunda fase del proyecto, la de sintetizar mediante algoritmos y técnicas de reconocimiento facial un nuevo retrato tal y cómo lo habría pintado Rembrandt. La tercera y última fase consistió en la reproducción mediante una impresora 3D del cuadro, compuesto por 149 millones de píxeles, la concreción de una obra deconstruida a 168.263 fragmentos.

El proyecto fue auspiciado por una colaboración entre los museos Rembrandthuis y Mauritshuis, ING, la agencia de publicidad J. Walter Thompson, Microsoft y la Universidad Técnica de Delft. La cara visible de la iniciativa, Bas Korsten, se apresuró a explicar ayer que de ningún modo se trataba de clonar o suplantar al pintor: «Solo Rembrandt puede crear un Rembrandt», declaró a The Guardian. El objetivo, matizó, es profundizar en lo que hasta ahora había resultado tan elusivo, la genialidad con la que un artista se distancia de sus contemporáneos y se convierte en un clásico atemporal. Es decir, se puede copiar el estilo de un pintor, pero otra cosa es sintetizarlo hasta el punto de poder estar en condiciones de suplantarlo.

Uso del «big data»

El proyecto se mueve en las coordenadas del uso del llamado big data -la acumulación de ingentes cantidades de información para luego cruzarla y analizarla con el objetivo de disponer de nuevas lecturas de una realidad- en otras áreas, desde la sociología y el urbanismo, a la empresa, la sanidad o la defensa. Los promotores del proyecto en torno a Rembrandt citaron el campo de la música como un ejemplo de lo que las nuevas herramientas digitales pueden llegar a conseguir y abogaron por abrir el arte a las posibilidades que estos análisis traen consigo.

De hecho, hay un campo en el arte que ya ha incorporado hace tiempo las tecnologías informáticas: tanto restauradores como los responsables de identificar y autentificar una obra se valen de sofisticadas herramientas en la misma línea de las utilizadas para crear el Rembrandt, y que sin duda se beneficiarán de los avances de este proyecto. El cuadro presentado ayer también pretende retomar el debate sobre la autoría de una obra y cuáles son las cualidades que distinguen a un trabajo maestro e inspirado de una pieza convencional.