Richard Gere, en los Goya 2025: «No soy tonto, sé que el motivo de este premio es porque me he casado con esta hermosa mujer de Galicia»
CULTURA
![Richard Gere y su esposa, la gallega Alejandra Silva](https://img.lavdg.com/sc/m7nqYJU8XsIlEG4F9ChkMfFdq0A=/480x/2025/02/09/00121739094482495710521/Foto/eup_20250208_212937628.jpg)
Reconocido con el premio internacional, el actor estadounidense volvió a gritar a los cuatro vientos el amor por su esposa, la coruñesa Alejandra Gere, en un discurso cargado de crítica política en el que llamó «matón» a Donald Trump
09 feb 2025 . Actualizado a las 19:56 h.Era uno de los momentos más esperados. Antonio Banderas presentó a «su gran amigo» como el Goya Internacional en una gala 2025 cargada de motividad y con la sorpresa del premio compartido a la mejor película por primera vez.
Richard Gere le dio a su discurso una gran carga de crítica política acusando al presidente de EEUU, Donald Trump, de ser un «matón». «Vengo de un lugar muy oscuro. En EE.UU., han elegido a un matón. Pero no solo pasa allí. Pasa en todas partes», añadió el estadounidense, quien ha pedido estar alerta, ser valientes y tener coraje para «ponerse de pie y decir la verdad».
Las palabras del protagonista de Pretty Woman, Oficial y Caballero o American Gigolo no fueron fáciles de seguir. El sistema de subtítulos, que no iban acompasados con sus palabras, con constantes correcciones y errores, se ha convertido el momento en viral y objeto de críticas hacia la retransmisión.
Como es habitual, Richard Gere aprovechó su gran momento para volver a declarar su amor a su esposa, la gallega Alejandra Silva. «No soy tonto, sé que el verdadero motivo por el que me han dado este premio es porque me he casado con esa hermosa mujer de Galicia», dijo señalando a la coruñesa, emocionada en la primera fila del patio de butacas.
Una consolidada historia de amor
Richard Gere y Alejandra Silva -que usa desde su enlace el apellido Gere- se conocieron en Italia, en Positano, en el año 2015. Ella se dedicaba allí a la gestión hotelera.
Ambos coincidían además en una cosa: habían terminado largas relaciones. Él se había divorciado de la actriz y exmodelo Carey Lowell y ella del empresario canadiense Govind Friedland. Ya nunca más se separaron y eso que ella ha declarado en más de una ocasión que no tenía «ni idea» de quién era la estrella de Hollywood. «Creía que era George Clooney, pero sí, a parte de eso, sabía perfectamente quién era», matizaba a principios de año la gallega a Elle.
Su relación se oficializó a finales de ese mismo 2015 y entonces comenzaron las preguntas sobre quién era la joven que se había llevado el corazón del galán. «Nuestro karma es que nos sentimos atraídos desde el momento en que nos vimos», dijo él a People, a pesar de su diferencia de edad, 33 años.
![Gere durante su discurso en la gala de los Goya 2025](https://img.lavdg.com/sc/iBiBWPX2sshiBdC7GpxTyQrcEQs=/480x/2025/02/09/00121739094482208979787/Foto/reu_20250209_012138406.jpg)
Esa joven desconocida era Alejandra María Silva García-Baquero. Coruñesa, de 1983, vivió durante su infancia en Oleiros, donde su familia conserva una residencia que visita con regularidad.
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Hija del abogado Nacho Silva, que fue expresidente del Real Madrid, pronto se trasladaron a la capital, donde estudió Publicidad y Relaciones Públicas.
Como contaba La Voz de Galicia en el 2015, Alejandra se casó muy joven con Govind Friedland, hijo de un magnate de la minería cuyo nombre figuró varias veces en la lista Forbes. Fruto de esa relación, en el 2012 nació su primer hijo, Albert, «al que ella llama cariñosamente Albertiño, sin ocultar sus raíces», contaba Pablo Portabales cuando se conoció la relación de la pareja.
A Alejandra esas raíces de su infancia siempre la traen Galicia, donde la pareja pasa sus momentos de descanso de forma muy discreta y donde no se descarta que adquieran una propiedad.
El verano del 2021 fue precisamente uno de esos que disfrutaron en Galicia. Lo hicieron como cualquier familia, con una sardiñada, y degustando un suculento almuerzo junto a la madre de ella en el restaurante El Refugio, uno de los grandes enclaves gastronómicos del concello de Oleiros. «Como buena estrella de Hollywood, Richard Gere ha creído que es buena idea pasear por Galicia cobijado bajo un sombrero. Pero no ha podido evitar que algunos lugareños lo reconozcan e incluso le pidan hacerse fotos con él», contaba la crónica de La Voz.
La boda
Gere y Silva se casaron en el 2018 en una discreta boda en el rancho del actor a las afueras de Nueva York, que ha sido su hogar hasta hace apenas seis meses, cuando la familia se mudaba a Madrid, a su nueva casa de La Moraleja, un chalet de 800 metros cuadrados.
A principios del 2024 empezaban los rumores de mudanza ya que el matrimonio fue visto buscando residencia e incluso colegio para sus niños. Y es que juntos han formado el mejor equipo. En noviembre del 2019 nacía su primer hijo en común, Alexander, -el segundo para ambos porque Gere también tiene un hijo mayor de su relación con Carey Lowell, Homer, de 25 años-.
A finales del 2019, la pareja anunciaba que esperaba su segundo hijo en común, que venía al mundo en abril del 2020, y recibía el nombre de James.
Instalados en Madrid
La pasada Navida para Alejandra Gere se convertía en una de las más bonitas de su vida. «Este año, por fin, Navidad en España», comparía en su cuenta de Instagram junto a una foto de sus niños bajo el árbol.
Aunque en ningún momento han dicho que sea definitivo, sí se plantean quedarse en España durante al menos unos años. El protagonista de Chicago ha explicado en varios ocasiones que se lo debía a su esposa por las renuncias que ella hizo por él. «España es mi nuevo hogar», insistió anoche durante su intervención en la ceremonia. «Para mí, ir a Madrid va a ser una gran aventura porque nunca he vivido a tiempo completo fuera de Estados Unidos. Para Alejandra será maravilloso estar más cerca de su familia, de sus amigos de toda la vida y de su cultura», dijo en abril del 2024 a Vanity Fair.
Una sintonía que ambos remarcan en cualquier intervención. «Somos como almas gemelas. Tenemos los mismos valores, vemos el mundo de la misma manera, y desde el primer momento sentimos que nos conocíamos desde hace mucho tiempo», decía Alejandra en enero a la revista Elle.