El subjefe de policía Rocco Schiavone continúa con pródiga tozudez su proceso de inadaptación al frío de la localidad alpina de Aosta, a cuya brigada móvil fue confinado tras un oscuro affair disciplinario. Una primavera de perros, el tercer título de la serie creada por Antonio Manzini (Roma, 1964), uno de los alumnos aventajados de Andrea Camilleri, llega mañana a las librerías españolas, en donde esperan la novela con la expectación propia del que ya es un autor imprescindible en el universo noir. Con un humor siempre aciago, arrastrando su prematura y culposa viudez como una insoportable cruz, reacio a investigar lo que considera un asunto de mero trámite, al irritable Schiavone acabará por despertársele su audacia como indagador cuando se ve inmerso en un turbio caso que le evoca los escenarios urbanos de la peor corrupción.