La Voz reúne en una colección lo mejor de la literatura de Valle-Inclán

La Voz REDACCIÓN

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A partir del próximo domingo el periódico ofrecerá una selección de títulos del escritor gallego. Entrevista a Margarita Santos Zas: «Valle-Inclán es un genio»

05 jun 2019 . Actualizado a las 21:32 h.

El Marqués de Bradomín o Max Estrella son algunos de los personajes inmortales de la literatura española que de inmediato remiten a un nombre genial: Ramón María del Valle-Inclán. Pocos escritores como el gallego han aportado a las letras universales una obra tan amplia como diversa, tan atractiva como profunda, tan capaz de divertir, emocionar y conectar con los lectores de hoy. Las Sonatas, Luces de bohemia, Divinas palabras o Tirano banderas son clásicos por derecho propio, que no han perdido vigencia y que, más allá de su calidad literaria, son testimonio del genio de Valle-Inclán. 

La Voz de Galicia ha reunido en una colección una selección de lo mejor de la literatura de Valle-Inclán. Son catorce libros que retratan a un escritor en la cumbre de su arte, sea narrativa, poesía o teatro, que se mueve con igual soltura en las aldeas de la Galicia de su tiempo como en los ambientes artísticos de Madrid, capaz de retratar a escritores bohemios, a aristócratas o dictadores. La colección presenta títulos clave de su narrativa como los ciclos de las Sonatas y El Ruedo Ibérico o Tirano Banderas, junto a sus mejores piezas teatrales -Luces de bohemia, Divinas palabras, la trilogía Martes de carnaval, las Comedias bárbaras, La marquesa Rosalinda- y su obra lírica. Cada entrega tendrá un precio de 2,95 euros más el cupón del lomo del diario, cuyos suscriptores podrán adquirir la colección completa por tan solo 29 euros.

Las ediciones están al cuidado del Grupo de Investigación Valle-Inclán de la Cátedra del escritor de la Universidade de Santiago -formado por Margarita Santos Zas, Javier Serrano Alonso, Rosario Mascato Rey, Adriana Abalo Gómez, Xaquín Núñez Sabarís, Sandra Domínguez Carreiro y Francisca Martínez-, que para esta colección han trabajado en las últimas ediciones de los títulos en vida de Valle-Inclán. Esto significa que fueron revisadas por el propio autor, quien a partir de 1913 puso en marcha su Opera Omnia y dedicó una gran atención a las ediciones de sus obras. «Valle-Inclán siguió trabajando sus textos hasta el final de su vida», explica Margarita Santos Zas, directora de la Cátedra del escritor de la Universidade de Santiago. «Entre la primera y la última edición de algunos libros llega a haber, en algunos títulos, hasta diez intermedias, en las que va introduciendo cambios. A veces son palabras, otras frases o párrafos. Tenía una preocupación obsesiva por la obra bien hecha, lo que denominaba ‘‘la fiebre del estilo’’», describe la directora de la Cátedra, quien pone como ejemplo de esa ansia de perfección el hecho de que Valle-Inclán llegase a reescribir hasta seis veces una página hasta quedar satisfecho, condensando y esencializando.

Valle-Inclán, en el estudio de un pintor
Valle-Inclán, en el estudio de un pintor

La obra de Valle-Inclán es un ejemplo elocuente de lo que Margarita Santos Zas denomina «la palabra rica», es decir, «diversidad y riqueza expresiva», lo que hace de sus libros un festín literario para todo tipo de lectores. No en vano el escritor gallego, como el clásico que es, se mantiene como una de las figuras obligadas tanto para alumnos de las enseñanzas medias como para cualquiera que disfrute de los buenos libros. Como también atestiguan su popularidad los homenajes que se le siguen tributando -la colocación de una bufanda a su estatua es uno de los más frecuentados- pero, sobre todo, que su obra siga entusiasmando generación tras generación, gracias a una calidad incontestable y el genio del autor.

Una renovada presentación gráfica que recrea claves originales

En su Opera Omnia, Valle-Inclán no solo se preocupó de la edición de sus textos, sino que también dedicó una gran atención al aspecto visual, para lo que requirió la colaboración de destacados artistas de su tiempo. La colección que La Voz ofrece a sus lectores presenta catorce volúmenes encuadernados en tapa dura y con una identidad gráfica a cargo de la diseñadora Manuela Mariño, que ha tomado claves y elementos de aquellas ediciones originales para recrearlas en una estética renovada pero inconfundiblemente valleinclaniana.