Ali Stroker (Oklahoma!) se llevó el galardón a la mejor actriz de reparto en un musical y se convirtió en el primer intérprete en silla de ruedas en ganar un Tony
10 jun 2019 . Actualizado a las 09:55 h.Hadestown, un original que ascendió desde teatros de tercera fila hasta Broadway, fue este domingo el gran triunfador de la 73 edición de los premios Tony, con ocho galardones, incluido el de mejor musical.
La pieza, que cuenta la historia reimaginada del mito griego de Orfeo y Euridice a ritmo de folk y blues, llegaba como principal favorita a la gran noche del teatro estadounidense y no decepcionó.
Además de mejor musical, Hadestown se llevó los premios a la mejor música original, mejor dirección y mejor actor de reparto, entre otros.
A diferencia de muchos otros títulos, basados en películas o remakes de grandes éxitos y que llegan directamente a los principales teatros de Nueva York, Hadestown nació como un pequeño proyecto que hizo gira por diminutos teatros del estado de Vermont, antes de dar el salto a plazas más importantes.
Creado por la cantautora Anaïs Mitchell, que no tenía ningún vínculo con Broadway, el musical ha cautivado a Nueva York con su mezcla de mitología, historias de amor y problemas actuales como el cambio climático.
Su directora, Rachel Chavkin, la única mujer nominada en su categoría, aprovechó su victoria para denunciar la falta de diversidad en los premios.
«Hay tantas mujeres preparadas, tantos artistas de color preparados. Tenemos que ver esa diversidad racial y de género reflejada también por nuestros críticos», señaló Chavkin.
Entre los intérpretes, Santino Fontana (Tootsie) fue el mejor actor protagonista de musical, mientras que Stephanie J. Block fue la mejor actriz, por The Cher Show.
La mayor ovación, sin embargo, fue para. Ali Stroker (Oklahoma!) que se llevó el galardón a la mejor actriz de reparto en un musical y se convirtió en el primer intérprete en silla de ruedas en ganar un Tony
Stroker, que sufre una parálisis fruto de un accidente, dedicó el premio a todos los niños con algún tipo de problema o discapacidad que han estado esperando para verse representados en este escenario.
Otro de los discursos más celebrados fue el del colombiano Sergio Trujillo, ganador a la mejor coreografía por su trabajo en Ain't Too Proud, que pidió esperanza a los inmigrantes.
«Yo llegué a Nueva York hace más de treinta años como un inmigrante ilegal. Soy la prueba, para todos aquellos soñadores, de que el sueño americano todavía está vivo, porque van a venir cambios», dijo en inglés.
Trujillo, muy emocionado, terminó sus agradecimientos en español: «Para todos ellos que estén escuchando este momento, quiero que sepan que si yo, Sergio Trujillo, nacido en Cali, Colombia, puedo llegar a tener este momento, tú también lo podrás hacer».
En el apartado de obras teatrales, el Tony a la mejor de la temporada se lo llevó The Ferryman, mientras que el mejor actor fue Bryan Cranston (Network) y la mejor actriz Elaine May (The Waverly Gallery).
El cómico James Corden volvió a ser este año el maestro de ceremonias y abrió la gala con un largo número musical en homenaje al teatro, en el que animó a los telespectadores a levantarse del sofá y acercarse a alguna sala cercana.
Plagado de chistes sobre el éxito de las series de televisión, los altos precios de Broadway y los bajos sueldos de los trabajadores del teatro, el número arrancó una carcajada tras otra a los presentes.
Corden contó con el apoyo de numerosas estrellas, que se dieron cita en el Radio City Music Hall para presentar los premios, entre ellas Tina Fey, Jake Gyllenhaal, Samuel L. Jackson, Lucy Liu o Sara Bareilles.
Antes del show, la alfombra roja estuvo dominada por los colores del arco iris, en un tributo floral al World Pride, que este año se celebra también en Nueva York para conmemorar los 50 años de los disturbios del Stonewall Inn que dieron inicio al Orgullo Gay.