Himmler mandó ocultar en un palacio un botín de decenas de obras de arte robadas, casi 30 toneladas de oro y cuadros de Rafael, Durero, Botticelli, Caravaggio, Monet y Rembrandt
09 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.El penúltimo rastro del inmenso tesoro expoliado por los nazis conduce a un palacio del sur de Polonia. El diario de un miembro de las Waffen-SS lo señala como el escondite de casi 30 toneladas de oro y otras riquezas ocultas por Heinrich Himmler y sus secuaces de la Ahnenerbe en 1945 para evitar que cayeran en manos de Stalin. Lo asegura el periódico polaco TFN (The First News), que sostiene que este fortunón se enterró junto al palacio de Hochberg, en Roztoka, cerca de Breslavia, ya vallada y vigilada por cámaras. El diario del oficial nazi que firma como Michaelis, y que podría ser Egon Ollenhauer, apunta a que el tesoro habría sido enterrado en un pozo del que se dinamitó su boca.
La clave está en un mapa abocetado por Michaelis, que señala al palacete del siglo XVI como uno de los once enclaves donde los nazis ocultaron su oprobioso botín de sangre ante el avance del Ejército Rojo hacia Berlín.
La historia, puesta en duda por algunos historiadores, dice que Himmler evacuó las riquezas robadas durante la retirada alemana de Polonia, ante el imparable avance soviético, que lo obligó a esconder parte del botín para recuperarlo tras una hipotética reconquista del territorio.
El encargado de evitar que lo robado cayera en manos del enemigo fue Günther Grundmann, director del Instituto para el Estudio y la Eliminación de la Influencia Judía en la Vida de la Iglesia Alemana, que inventarió y ocultó en 74 emplazamientos secretos obras de arte germanas para evitar su destrucción en los bombardeos. Entre los antiguos legajos, estaría un mapa con once supuestos escondrijos de decenas de obras de arte robadas, objetos de culto, oro del Reichsbank y un cuadro perdido de Rafael y obras de Durero, Botticelli, Caravaggio, Monet o Rembrandt. Las autoridades polacas comprobarán la veracidad de los indicios.