Tim Roth: «Siempre me parece milagroso hacer películas, es un proceso muy frágil y vulnerable»

María Estévez LOS ÁNGELES / COLPISA

CULTURA

El intérprete inglés Tim Roth (Dulwich, Londres, 1961).
El intérprete inglés Tim Roth (Dulwich, Londres, 1961).

El actor británico protagoniza el filme «La isla de Bergman», un tributo de la directora francesa Mia Hansen-Løve al cineasta sueco y su mítica isla de Farö

04 jul 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

El filme La isla de Bergman —que acaba de llegar a los cines— traslada al espectador a Farö, la isla del Báltico en que vivió Ingmar Bergman, el cineasta más célebre de Suecia, los últimos 20 años de su vida y en que rodó alguno de sus títulos más conocidos. También ahí, en esa idílica isla al norte de Gotland, murió Bergman a los 89 años. Tim Roth (Londres, 61 años) se pone a las órdenes de la directora francesa Mia Hansen-Løve, mientras su personaje, Tony, busca la inspiración creativa para su trabajo de escritor. Toda la trama se desarrolla en la isla refugio de Bergman y recorre los lugares por los que el director disfrutaba de su vida cotidiana. Ver su casa, su cama o su cocina es parte de este singular relato.

—Usted es uno de los actores mejor considerados y, sin embargo, suele quejarse de lo difícil que es hallar un gran proyecto.

—Siempre me parece milagroso hacer películas porque es un proceso muy frágil y vulnerable.

—¿Había visitado la isla de Farö antes de rodar este filme?

—Cuando este proyecto llegó a mi mesa, volví a recordar los paisajes, personajes e historias de Bergman. Nuestra aventura comenzó desde la llegada a Farö, desde que nos encontramos todo el equipo en el ferry. Es un lugar de paz y tuvimos una existencia muy tranquila durante las seis o siete semanas que estuvimos allí.

—Viaja a lugares remotos para rodar sus películas: Farö, Acapulco... ¿Y se lleva a su familia?

—Siempre. En el caso de Farö me llevé a mis hijos para que tuvieran la oportunidad de disfrutar de un paisaje que es tranquilo y violento a la vez. No solo se enamoraron de la isla, sino que también descubrieron a Bergman.

—¿Alguna vez se ha cuestionado el proceso de creación?

—Claro. Cualquier artista sufre de ese mal varias veces al día [bromea]. Para mí, este filme ha sido viajar al interior de la creatividad. Farö es un símbolo hermoso de inspiración para cualquier amante del cine. Me encantaron los paisajes, pero también fue increíble entrar en la casa de Bergman; en su sala de proyección privada, su despacho, su cocina. Fue maravilloso mirar desde fuera a ese lugar interior del artista.

—¿Le gusta sentarse a ver y analizar su trabajo?

—Jamás veo mis películas. Soy honesto, nunca veo las películas en las que trabajo.

—¿Qué se lo impide?

—Suele pasar mucho tiempo entre el rodaje y el estreno, y no quiero que nada impida mi proceso de creación cuando ya estoy en otro momento profesional. Cada película tiene su tiempo y su espacio. Si me pareció genial mi interpretación durante la filmación, ver el resultado tras la edición puede cambiar la opinión que me he formado en la cabeza. Eso me desestabiliza. Mi compromiso está en el rodaje, no puedo controlar lo que el director haga después. Cada realizador es un animal diferente. Por lo tanto, mi sentimiento hacia ellos puede variar después de ver la película y ver qué decisiones han tomado en la sala de edición. Prefiero quedarme con la experiencia del rodaje. Lo mismo sucede con las críticas. Jamás leo nada relacionado con mi trabajo.

—¿Tampoco ha visto las películas que ha rodado con el realizador Quentin Tarantino?

—Soy estricto con esa regla, pero tengo ciertas excepciones. Veré cualquier cosa que haga Quentin, porque me encanta. Entre nosotros existe una historia de amor que se remonta a 20 años atrás.

—¿Es cierto que Quentin cortó su personaje en «Érase una vez en Hollywood»?

—Sí, es verdad. Quentin me llamó para interpretar un papel que tenía su propia historia dentro de la película, pero después se vio obligado a eliminarlo porque, al armar el primer corte en edición, tenía una película de casi cinco horas.

—¿Su próximo papel es dentro del universo Marvel?

—Sí. Empecé a trabajar con Marvel por mis hijos. Cuando filmé la primera película todavía no se había estrenado Iron Man y nunca pensé que iba a recibir una llamada para regresar, pero me volvieron a llamar para She-Hulk.