Estrategias psicológicas para vencer los obstáculos cuando se escribe un libro

Xesús Fraga
xesús fraga REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

MABEL RODRÍGUEZ

Tejer redes de apoyo y la resiliencia son aliados en el proceso de creación

02 may 2023 . Actualizado a las 16:40 h.

Escribir un libro no es un proceso sencillo: seleccionar una idea, estructurarla narrativamente y desarrollarla en palabras suele ser una tarea que requiere, por lo general, de un esfuerzo y un tiempo continuados, difíciles de encajar en la rutina diaria (a no ser que uno sea un profesional de la escritura, algo que, aun así, no siempre garantiza esa disponibilidad). Terminar un libro ya es una conquista en sí, pero luego llegan más retos: conseguir que se publique, que se lea, enfrentarse al juicio lector y crítico; más dudas, más incertidumbres.

Igual que la psicología deportiva es una disciplina ya asentada entre profesionales, también hay especialistas que ayudan con sus servicios a trabajar la fortaleza mental y otros recursos para conseguir llevar la escritura de un libro a buen puerto. Una de ellas es Kelly Weekes, quien, después de años en departamentos de márketing de grandes sellos, gestiona su propio negocio de coaching y asesoramiento orientado a la literatura. En la pasada Feria del Libro de Londres compartió un coloquio con las autoras de éxito Katie Khan y Luan Goldie para abordar algunas de estas estrategias, moderadas por Nicola Solomon, presidenta de la Sociedad de Autores británica, quien confirmó que muchas de las cuestiones a debate son preocupaciones corrientes entre sus más de 12.000 asociados.

El principal reto al que uno se enfrenta a la hora de escribir es la tentación del abandono: tirar la toalla por obstáculos como la pérdida de confianza o la falta de tiempo. «El principal miedo mientras escribía mi primer libro era si tendría la habilidad necesaria para estructurarlo y conseguir escribirlo hasta el final», confesó Khan, autora de género romántico con títulos como Tocar las estrellas, traducido a veinte idiomas. Weekes ofrece una explicación desde su ámbito: «La misión del cerebro es protegernos ante los peligros. Si lo percibe en tu escritura por los motivos que sea —estrés, dudas, flaqueza—, tomará la decisión obvia: abandonar la escritura. Para evitarlo, tienes que dialogar con él y contrarrestarlo con otros argumentos». Contar con una red de apoyos, de amistades o colegas de talleres de escritura, también puede ser muy positivo. 

Escribir por las noches

La falta de tiempo es otro adversario formidable. Tanto Kahn como Goldie escribieron sus primeros libros por las noches, una vez concluida su jornada laboral; la segunda, además, acababa de ser madre. Ambas prefirieron dedicarle un hueco en el día a día a esperar por fines de semana o festivos. «Es importante no desconectar de lo que estás escribiendo», subraya Goldie. Y Weekes les da la razón: «La constancia y la regularidad son clave. Como dijo Philip Pullman, tienes que estar en tu mesa todo lo que puedas, porque si un día te visita la musa y tú no estás, ese día es un día perdido».

Terminar el manuscrito es el primer ochomil, pero hay más picos que escalar. Buscar agencia o editorial, por ejemplo, y exponerse al rechazo de lo que se ha escrito con tanto sacrificio. Acumular negativas es toda una prueba de resiliencia. «Me frustraba mucho —recuerda Goldie— que en todas partes me decían: ‘Nos gusta como escribes, pero no este libro. Mándanos el siguiente'. He trabajado en esto ocho años: ¿cómo voy a tirarlo?». «El rechazo es parte de la experiencia y es algo que debes asumir», añade Khan.

Trabajo editorial

Una vez se inicia el proceso de edición se abren otros frentes. «Tú crees que tu manuscrito está perfecto. Pero luego ves que queda mucho trabajo por hacer», explica Khan. Petición de cambios estructurales, pasajes suprimidos o nuevos, reescritura de diálogos... «Puede ser muy difícil, porque has escrito desde el corazón, pero tienes que darte cuenta de que es un contexto profesional y que hay que tomar las decisiones de forma objetiva», aconseja Weekes. También es necesario distanciarse para enfrentarse a las críticas negativas.

Hay veces que, pese al éxito, acechan las inseguridades. El célebre síndrome del impostor. Khan recuerda cuándo voló a Los Ángeles para la adaptación de su libro a una serie. «Allí estaba yo, con los productores de Stranger Things. Y me pregunté: ¿me merezco estar aquí?». «Pues claro que sí, les has dedicado horas de trabajo a tu libro. Te mereces todo lo bueno que te pase», le contestan Goldie y Weekes. «Sí, es cierto. Al final, se trata de escribir el mejor libro que puedas dentro de tus posibilidades. No hay más», dice la autora.

Ledicia Costas
Ledicia Costas XOAN CARLOS GIL

Ledicia Costas: «É necesaria unha gran fortaleza mental»

O 28 de setembro do 2022, Ledicia Costas anunciou en Twitter que empezara a escribir unha nova novela para público adulto. O domingo pasado confirmou que rematara o proceso. Dos 214 días transcorridos entre ambas datas, Costas conseguiu dedicar á escrita apenas 79. E iso que é a súa profesión. Os chíos dan fe deste paradoxo: visitas a colexios, clubs de lectura, viaxes e mesas redondas... todo é parte do seu traballo, pero o tempo de creación, que é a cerna de todo, reséntese. A propia autora confirma que, dende que se profesionalizou no 2013, cada vez lle custa máis «protexer os tempos de escrita». «É toda unha aprendizaxe, e non é fácil», engade. O ideal sería reservar uns meses ao ano só para escribir, pero non sempre é posible. Ante isto, é importante non desconectar: «Necesito regularidade. A constancia e a disciplina son fundamentais. Se tivese que escribir os meus libros na fin de semana, teño claro que abandonaría».

Costas é unha escritora moi popular e as súas intervencións moi solicitadas. Pero a escrita, porén, é un camiño solitario. Os chíos nos que relataba os seus avances e obstáculos foron «terapéuticos». E sentir apoio e agarimo foi moi importante: «Hai moitos días que veñen os paxaros negros a poboar a túa cabeza. Non sabes como vai ser recibido o que escribes. Contar con ese cariño axuda moito, pero tamén tes que blindarte, protexer o teu traballo e relativizar, o bo e o malo». «É necesaria unha gran fortaleza mental», conclúe.

A creadora de personaxes queridas como Escarlatina, Esmeraldina ou Estravaganzza, que forman parte da paisaxe lectora da rapazada, láiase de que moitas veces ese esforzo grande correspóndese cunha vida comercial dos libros de apenas dous meses. «As novidades son fugaces. E o sistema é unha trituradora cos libros».