La última escena de Domingo Villar

Héctor J. Porto REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

El escritor Domingo Villar, retratado por la fotógrafa Sandra Alonso en Compostela en septiembre del 2021.
El escritor Domingo Villar, retratado por la fotógrafa Sandra Alonso en Compostela en septiembre del 2021. Sandra Alonso

«Síbaris», la obra de teatro que el escritor vigués remató poco antes de morir, llegará el 13 de septiembre a las librerías y se estrenará días después, el sábado 30, en Vigo

09 nov 2023 . Actualizado a las 18:39 h.

Hasta el último aliento. La última escena. Domingo Villar no paraba. Era una mente inquieta, un prodigio creativo. Cuando la muerte traicionera apagó su voz en mayo del año pasado andaba en la planificación de la escritura de la cuarta entrega de las aventuras del policía Leo Caldas y trataba de poner sobre el guion —con la ayuda del cineasta Jorge Coira— las tres anteriores novelas para crear una serie de televisión. El fatal ictus impidió que llegase a concluir estos proyectos. Pero sí terminó la obra de teatro que llevaba años madurando en su cabeza y en su pluma, dando a consultas, organizando lecturas —en la familia, con amigos, con actores—, corrigiendo, reescribiendo, puliendo los diálogos... En fin, haciendo gala de su inseguridad, su sentido del rigor y su obsesivo, pero coherente perfeccionismo.

Pues bien, ese texto era Síbaris, que muy pronto podrán disfrutar los lectores. Septiembre será su mes. El día 13 llegará a las librerías de la mano de los sellos Galaxia —en gallego— y Siruela —en castellano—. Y apenas dos semanas después, el sábado 30 (a las 20.30 horas), se estrenará en el Teatro Afundación de Vigo, con un segundo pase el domingo 1 de octubre a las seis de la tarde. Las entradas para la representación ya están a la venta en la web ataquilla.com —entre 10 y 15 euros el precio de la butaca, más gastos de gestión—.

Es el actor arousano Carlos Blanco —que ya había interpretado a Ernesto Hermida en la adaptación cinematográfica de La playa de los ahogados— quien promueve el montaje teatral a través de su productora Con de Tres Pés. Con él —y con Belén Constenla, que también está en el reparto— había probado Villar la afinación del texto en una lectura en voz alta, y con él discutía cómo mejorarlo. Y es que el escritor ya había pensado en ellos como quienes debían encarnar sobre las tablas a sus personajes principales.

Dirigida por Lois Blanco —hijo del actor— y con Oswaldo Digón y Pablo Novoa completando el elenco, la función viajará después a otras plazas como Narón, Lugo, Pontevedra, Vilagarcía, Santiago y O Grove. Entre los días 22 y 27 de junio del 2024 se representará en Madrid en los Teatros del Canal.

Póstuma e inédita, Síbaris es una comedia llena de finura y de ese humor —aquí acentuado— que inunda la obra de Domingo Villar, tanto sus tres (personales) novelas negras como su libro Algunos cuentos completos, cuyos breves relatos, por cierto, también mostraban claros tintes surrealistas.

Arrabal y Castelao

Su primera y única pieza teatral evoca por momentos el tono absurdo de autores como Fernando Arrabal, pero también es deudora de la tradición cómica española de Jardiel Poncela, Miguel Mihura y Edgar Neville. Por no hablar de su maestro Castelao, de quien pueden hallarse ecos no solo de la obra dramatúrgica del autor de Rianxo Os vellos non deben de namorarse —única en su catálogo, como en el caso de Villar—, sino también y sobre todo de su narrativa breve, como ya ocurría en los cuentos.

Con su modestia habitual, Villar definía Síbaris sencillamente como una comedia. Una calificación a la que, en el prólogo que abre la edición del libro, la novelista e investigadora teatral Inma López Silva añade un matiz al hablar de «comedia de salón, quizás, o incluso comedia burguesa». Él le había comentado a López Silva que su única pretensión era la dignidad del texto y que otros, más allá de sí mismo, pudiesen imaginarla escenificada. Sabía, admitía retranqueiro, que no iba a ser El jardín de los cerezos, el gran clásico de Chéjov, pero le enviaba el texto para que lo leyera «partindo de que non ten máis ambición que regalar ao público hora e pico de sorrisos», subrayaba con la proverbial humildad que adornaba su persona.

El surrealista bloqueo creativo de un escritor

Imagen de la edición del texto teatral «Síbaris», con una ilustración del pintor y amigo del autor Carlos Baonza en la portada.
Imagen de la edición del texto teatral «Síbaris», con una ilustración del pintor y amigo del autor Carlos Baonza en la portada.

La primera y única obra de teatro de Domingo Villar pivota alrededor del bloqueo creativo que atraviesa el protagonista, el escritor Víctor Morel, que tuvo un gran éxito literario más de veinte años atrás, Síbaris. Desde entonces no ha podido con la presión de estar a la altura de aquella novela ni con las expectativas generadas entorno a él. Ni siquiera es capaz de enfrentarse a su público, en la calle o en las muy bien pagadas conferencias que le demandan, pero que no soporta impartir. Todo le parece una farsa. Además, la situación familiar lo estresa con las estrecheces económicas: el banco amenaza con embargarles la casa y deben afrontar los caros sueños de su brillante hija Lola, que quiere ir a estudiar genética a Oxford. Su esposa Laura lo acucia con la realidad, pero él prefiere refugiarse en su idealismo —ah, la pureza del arte contra las exigencias sociales— y sus excentricidades charlando con su gato Capone y un maniquí al que llama señora Simmons, hasta descuidar a su mujer, que renunció a su trabajo para apoyarlo en su carrera literaria.

Síbaris se lee con vibrante delectación y no menor gozo, de un tirón, no solo por su medida ironía sino también por el ajustado condimento del suspense (el muerto asoma casi como en un relato policial) y la asombrosa y magistral fluidez de los diálogos.

Y las sonrisas, querido Domingo, afloran por doquier.