Las Edades del Hombre peregrina a Santiago para relatar la hospitalidad jacobea

Montse García Iglesias
montse garcía SANTIAGO / LA VOZ

CULTURA

«Hospitalitas» permanecerá abierta hasta noviembre. En la foto, el «San Cristóbal con el niño Jesús» de Asorey conservado en la Agrupación de Transporte n.º 1 de Madrid del Ejército de Tierra, del Ministerio de Defensa.
«Hospitalitas» permanecerá abierta hasta noviembre. En la foto, el «San Cristóbal con el niño Jesús» de Asorey conservado en la Agrupación de Transporte n.º 1 de Madrid del Ejército de Tierra, del Ministerio de Defensa. Paco Rodríguez

Entre la catedral y el monasterio de San Martiño Pinario, la muestra reúne 180 piezas

20 jun 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

«Todos deben acoger con respeto y caridad a los peregrinos, ya sean ricos o pobres, que van o vuelven del lugar de Santiago...». Esa llamada a la hospitalidad que recoge el libro V del Códice Calixtino da la bienvenida a la exposición Hospitalitas: la gracia del encuentro y también entreteje la narración que configuran las 180 piezas que integran este proyecto en Compostela de la Fundación Las Edades del Hombre. Se trata de la primera vez que esta propuesta cuenta con sedes en dos comunidades autónomas, porque Hospitalitas se asienta tanto en Santiago como en Villafranca del Bierzo, donde abrió sus puertas la semana pasada. «Forman un proyecto unitario compuesto por dos exposiciones que se complementan entre sí. Cada una de ellas tiene personalidad propia. En Villafranca del Bierzo aborda la hospitalidad a nivel global y en Santiago está centrada en la hospitalidad dentro del Camino», afirmó José Enrique Martín, secretario general de la citada fundación.

El primer capítulo de los nueve que constituyen el relato de la hospitalidad en el Camino se escribe en la cripta de la catedral y con la iconografía del apóstol Santiago y los relatos de la tradición jacobea como protagonistas. En esa bienvenida destaca, entre otras obras, un Sant Jaume de la catedral de Palma de Mallorca que salió por primera vez de la isla. También figuran piezas llegadas de otras catedrales gallegas. «En ellas aparecen todos los elementos de la tradición jacobea», resaltó Daniel Lorenzo, director de la Fundación Catedral y comisario de la exposición junto al director-técnico del museo de la catedral, Ramón Yzquierdo Peiró.

Berruguete, Juan de Juni

El grueso de la muestra continúa en San Martiño Pinario, que, al igual que sucede en la cripta, es más que un decorado y también se inserta en el relato. El visitante se siente peregrino al ingresar en este espacio para afrontar un segundo capítulo centrado en el peregrinaje y la hospitalidad en el mundo cristiano, en el que sobresale una adoración de los Magos obra de Berruguete. Le sigue un espacio dedicado a la catedral, donde se hallan esculturas del Mestre Mateo.

También hay espacios para los Santos Peregrinos, donde se incluye, por ejemplo, el báculo de Juan Pablo II o una pieza de San Francisco de Juan de Juni. La narración prosigue adentrándose en los peregrinos a Compostela y la tarea de los hospitales y hospitaleros. Al salir de este apartado, y antes de sumergirse en la labor de las órdenes religiosas, el recorrido se detiene en el coro de San Martiño Pinario que está complementado con una obra de un Cristo resucitando creado para la muestra. Ya en al recta final, la exposición inaugurada ayer por los presidentes de la Xunta y de Castilla y León se acerca a las catedrales del Camino para luego despedirse aludiendo a la acogida y solidaridad con una pieza del museo de Lyon de un peregrino atendido por un hospitalero. Todo antes de que el visitante cruce un retablo que se abrió después de muchos años y que sirve de colofón a la visita. «No es una colección de cromos, sino que nos va contando una historia. La muestra es un buen compendio de lo que significa la hospitalidad a través de grandes maestros e imágenes artísticas», afirma Yzquierdo, recordando que acoge obras de Murillo, Berruguete, el Mestre Mateo y Asorey, entre otros

En Santiago, el proyecto de Las Edades del Hombre toma características especiales. Habitualmente centrada en el arte sacro de Castilla y León, en esta ocasión incorpora piezas llegadas también desde el Levante, Cataluña, Portugal o Francia, entre otros puntos. «Hay piezas que nunca habían salido de su lugar de origen», resaltó Ramón Yzquierdo, indicando que algunas de ellas fueron restauradas para la ocasión. 

La muestra en Santiago podrá visitarse hasta finales de noviembre de lunes a domingo de 10 a 20 horas. La entrada cuesta 10 euros y también incluye la entrada al Museo Catedral de Santiago. También hay posibilidades de visitas para grupos.