Aitana Sánchez-Gijón: «No hay que tener miedo a la cultura, sino a la ignorancia, a los fanatismos, a los nuevos imperialismos y a las limpiezas étnicas»

P. V. LA VOZ

CULTURA

Aitana Sánchez-Gijón, al recoger su Goya de Honor
Aitana Sánchez-Gijón, al recoger su Goya de Honor Jon Nazca | REUTERS

La actriz, que se ha convertido en la persona más joven de la historia en conseguir el Goya de Honor, ha aprovechado para recordar a las pocas mujeres directoras con las que ha trabajado para evidenciar los cambios en la industria

09 feb 2025 . Actualizado a las 01:00 h.

Aitana Sánchez-Gijón ha recogido las palabras de la recientemente fallecida Marisa Paredes para recordar que «no hay que tener miedo a la cultura, sino a la ignorancia, a los fanatismos y a la guerra», y siguiendo con ese alegato, ha añadido a esa lista de terrores actuales «a los nuevos imperialismos y a las limpiezas étnicas».

La intérprete se ha convertido en la persona más joven de la historia en conseguir el Goya de Honor. Y parece mentira, porque, como ha recordado Maribel Verdú muy emocionada, lleva ya «40 años en la élite de un mundo en que resistir más de un rato es un completo milagro». Un merecido premio para una actriz que se ha convertido en referente en la industria española. «El espejo en el que todas nos miramos», dijo muy emocionada Verdú, que ha definido a Sánchez-Gijón como la «compañera perfecta» antes de darle ese «Goya de Amor».

Al recogerlo de las manos de su colega de profesión y amiga, la homenajeada por una carrera intachable no ha dudado en aprovechar su momento para dar uno de los discursos más reivindicativos de la noche. Además de arremeter contra las nuevas políticas reaccionarias que se están haciendo un hueco cada vez mayor en medio mundo, también quiso llamar la atención de los cambios positivos en la industria cinematográfica en los últimos años.

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La actriz ha recordado a las cuatro directoras con las que ha trabajado. Lo ha dicho como lamento, tras una carrera en la que se ha puesto a las órdenes de 40 realizadores masculinos. Con ello ha querido ilustrar el machismo que ha imperado durante años en el mundo cinematográfico. Y ha sido más explícita al recordar, concretamente, a la directora Patricia Ferreira, recientemente fallecida. «Una mujer directora cuando eso estaba vedado», ha destacado.

Por suerte, las cosas han cambiado, y hay cada vez más presencia femenina en la industria. No solo en cuanto a realizadoras o guionistas, sino en todos los ámbitos técnicos y artísticos, desde productoras a montadoras o foquistas. «Iba siendo hora, compañeras», ha celebrado.

Pero el camino no ha acabado. «El cine es empeño colectivo. Remamos juntos», ha pedido. Y se ha emocionado especialmente al recordar al director Bigas Luna. «Cada año que pasa lo echo más de menos», ha dicho.